Los controladores aéreos de Francia continúan hoy por segundo día consecutivo una huelga contra un proyecto de la Comisión Europea que pretende unificar ese servicio en todo el bloque e introducir la competencia del capital privado.
De acuerdo con los organizadores de la protesta, se espera un elevado nivel de acatamiento similar al de la víspera, cuando más de mil 800 vuelos fueron suspendidos en las principales terminales de todo el país.
Al llamado del Sindicato de Controladores del Tráfico Aéreo (SNCTA), se sumarán este miércoles grupos pertenecientes a la Confederación General del Trabajo, Fuerza Obrera y la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos.
Además, en otras capitales europeas se realizarán diversas acciones, como paros de labores y retardo en el ritmo del trabajo.
La iniciativa de Bruselas, denominada «Cielo único europeo», persigue concentrar bajo un solo mando toda la actividad aérea del bloque continental, que cuenta con 440 aeropuertos y 60 centros de control de tráfico, administrados por 27 sistemas nacionales.
El plan genera rechazo porque contempla introducir en esta actividad, hasta ahora en manos de la administración pública, a distintas industrias y otras empresas privadas vinculadas con este sector.
Los trabajadores consideran que ese proyecto, destinado a reducir costos y tiempos de viajes, provocará también la reducción de empleos.
Ante la magnitud de la protesta los ministros de Transporte de Francia, Frédéric Cuvillier, y de Alemania, Peter Ramsauer, enviaron una carta a la Comisión Europea donde piden que se excluya del proyecto la liberalización del control de tráfico aéreo.
Tras esta decisión, el SNCTA acordó reducir a dos días la huelga nacional, en lugar de los tres planificados originalmente.
Por su parte, Oliver Joffrin, delegado de la Unión Sindical de Aeronáutica Civil, aseguró que ellos no se oponen a modernizar los procedimientos actuales, pero están en contra de la irrupción del capital privado porque degradaría las condiciones de trabajo y la seguridad.
