Los aeropuertos no son una estación término y tampoco un lugar donde ir a pasar el fin de semana. En teoría deberíamos estar en ellos el menor tiempo posible, esa hora o dos horas imprescindibles para la facturación. Y, sin embargo, hay veces que el paréntesis se hace eterno, que el enlace se retrasa, que una huelga imprevista impide la salida"¦ Entonces, el aeropuerto se convierte en una calle comercial por la que pasear, mirar, entrar a las tiendas, charlar. ¿Y qué más?
El buscador Skyscanner le ha preguntado a diez mil viajeros en todo el mundo qué debería tener su aeropuerto perfecto. Y la respuesta es curiosa: el 49 por ciento de los encuestados quiere un cine (en el caso de los españoles, el 56,1). ¿De verdad nos gustaría que el tránsito por las salas de espera fuera tan largo como para que diera tiempo a ver una película? De hecho, la lista completa de nuestros deseos (ver el top ten al final de este post) implicaría una concepción de aeropuerto definitivamente más cercana al centro comercial que a la estación de paso, más propia de trenes y autobuses.
Y el caso es que ver una película antes de tomar el avión no es una idea loca. Los aeropuertos de Hong Kong, Seúl y Singapur (en la foto) ya tienen salas de cine. Tampoco son exactamente una novedad las cabinas para dormir. Hace unas pocas semanas contábamos en ABC VIAJAR el caso de las habitaciones cápsula para dormir en el aeropuerto la siesta en el aeropuerto de Abu Dabi. Aún no conozco ningún aeropuerto con playa artificial, pero sí con biblioteca o zona de niños, y en cualquier caso seguro que, tras ver estos datos, ya hay algún ejecutivo de marketing estudiando cada una de estas posibilidades.
