INDUSTRIA AERONÁUTICA

easyJet, junto a Airbus y Nicarnica Aviation, crean con éxito una nube artificial de cenizas volcánicas para probar el sistema AVOID

easyJet, la compañía número uno en Europa, junto con Airbus y Nicarnica Aviation, han completado con éxito la fase final de las pruebas de la tecnología AVOID de detección de cenizas volcánicas a través de un experimento único, que incluyó la creación de una nube artificial de cenizas volcánicas.

Un avión Airbus de prueba dispersó una tonelada de cenizas de Islandia en la atmósfera a una altura de entre 9.000 y 11.000 pies, creando así unas condiciones similares a las que se dieron en la erupción de 2010.

Un segundo avión de pruebas Airbus provisto con la tecnología AVOID voló hacia la nube de cenizas identificándola y midiéndola desde una distancia de 60km. El experimento también se sirvió de un avión más pequeño, un Diamond DA42 de la Universidad de Dusseldorf, para volar dentro de la nube y tomar medidas que ayudan a corroborar las medidas tomadas por el sistema AVOID.

La nube de cenizas creada durante la prueba tuvo unas medidas de entre 600 y 800 pies de profundidad y 2,8km de diámetro. Al principio, la nube era visible para el ojo humano pero se dispersó rápidamente, siendo entonces mucho más difícil de identificar.
El sensor volcánico AVOID detectó la nube de cenizas y midió su densidad, que oscilaba entre 0,1 y 1 g m-2 "“ o concentraciones de entre 100 y 1000 μg m-3. Estas concentraciones están dentro de los niveles medidos durante la crisis volcánica del Eyjafjallajokul en abril y mayo de 2010.

Ian Davies, Director de Ingeniería de easyJet, comenta: "La amenaza de los volcanes de Islandia aún continúa y estamos muy satisfechos con los resultados de este experimento único e innovador. Encontrar una solución es ahora más importante que nunca para garantizar que no se vuelvan a ver escenas como las que se dieron en 2010, cuando se cerró el espacio aéreo europeo durante varios días. Este es un paso clave en las pruebas de esta tecnología y un avance hacia la certificación comercial. easyJet trabajará ahora hacia un sistema independiente no-integrado que nos gustaría implementar en algunos de los aviones de nuestra flota para finales de 2014".

Por su parte, el Dr. Fred Prata, inventor de la tecnología del sistema AVOID, afirma: "El equipo ha llevado a cabo un experimento único demostrando que las bajas concentraciones de cenizas pueden ser identificadas por el sensor AVOID. El gran éxito de los resultados de este complejo experimento que incluía la dispersión de 1.000kg de ceniza fina en un pequeño espacio aéreo, controlando cuatro aviones y coordinando las medidas desde dos de los aviones, es la muestra del compromiso y las habilidades de easyJet y los ingenieros de Airbus así como un buen ejemplo de unión entre la ciencia y la industria para resolver un importante problema".

Charles Champion, Vicepresidente Executivo de Airbus, Jefe de Ingeniería, dijo: "Desde que se creó hace más de 40 años, Airbus ha apoyado y realizado numerosos programas de prueba de manera independiente y también en colaboración con otras organizaciones. Con AVOID queríamos comprobar que el concepto de detección de cenizas puede funcionar "“ y así lo hemos demostrado en las prueba".
Y añadió: "Estamos en el principio de un invento que puede convertirse en una solución útil para la aviación comercial que ayudará a prevenir y evitar irrupciones de ceniza volcánica a gran escala".

El riesgo de que se repita otra erupción volcánica en Islandia sigue siendo alto, según ha comentado Magnús Tumi Gudmundsson, del Instituto de Ciencias de la Tierra en Islandia: "Las erupciones volcánicas explosivas en Islandia ocurren una vez cada cinco años de promedio. Cuando el viento sopla del noroeste, la ceniza se traslada hacia Europa, como pasó en la erupción del Eyjafjallajökull en 2010. Fue una coincidencia que no sucediera en las 7 erupciones explosivas que tuvieron lugar entre 1970 y 2010, en las que las cenizas fueron mayoritariamente desplazadas fuera de Europa por el viento del sur. Teniendo en cuenta el relativamente, largo tiempo que ha pasado desde las últimas erupciones en dos de los volcanes más activos de Islandia, Hekla y Katla, se debería contemplar la posibilidad de que ambos entraran en erupción. Es imposible predecir cuándo o dónde tendrá lugar la próxima erupción. Lo que es seguro es que eso ocurrirá".

Las cenizas utilizadas en las pruebas provienen de la erupción del Eyjafjallajökull
Entre el 15 y el 21 de abril de 2010 Europa experimentó un cierre sin precedentes del espacio aéreo. Durante este tiempo operaron el 80% menos de los vuelos con más de 100.000 vuelos cancelados en total. Las pérdidas brutas de la industria aérea se estimaron en 2.600 millones de dólares como resultado del cierre del espacio aéreo.
Las cenizas que se utilizaron para la prueba eran de la erupción del Eyjafjallajökull en 2010. Se recolectaron y se secaron desde el Instituto de Ciencias de la Tierra en Reykjavik. easyJet las recogió y las trasladó hasta Toulouse.
Las cenizas, que tenían una consistencia similar al talco fino, recobraron las condiciones de 2010. Crear una nube de cenizas proporcionó al equipo la ventaja de saber exactamente cuánta ceniza había en la atmósfera.

Más detalles sobre el sistema AVOID
Podemos comparar el sistema AVOID con un radar meteorológico para ceniza. Creado por el Doctor Fred Prata de Nicarnia Aviation, el sistema utiliza una tecnología de infrarrojos instalada en el avión para suministrar imágenes a los pilotos y al centro de control de operaciones de la compañía aérea. Las imágenes permitirán a los pilotos identificar nubes de ceniza hasta 100 kilómetros de distancia de la aeronave y en altitudes de entre 5.000 y 50.000 pies, lo que les permite hacer pequeños ajustes en la trayectoria del vuelo para evitar la nube de cenizas. El concepto es muy similar a los radares meteorológicos, que son estándar en los aviones comerciales de hoy en día.
En tierra, la información de los aviones que cuenten con la tecnología AVOID se utilizará para recrear imágenes precisas de las nubes de ceniza volcánica con datos en tiempo real. Esto podría abrir grandes áreas de espacio aéreo que, de otra forma, estarían cerradas durante la erupción volcánica y, por lo tanto, sería beneficioso para los pasajeros que verían minimizadas las incidencias que ello conllevaría.

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