Para muchos supone un gran temor subir a un avión, ahora imaginen que a tres mil metros de altura, te asomas por la ventanilla y comienzas a ver cómo una parte del fuselaje comienza a desprenderse, para después perder algo parecido a un motor y provocar que el avión tenga que hacer un aterrizaje forzoso.
Pues esto le sucedió a Ana Arias, quien viajaba en el vuelo 415 de Delta Airlines con destino a Nueva York. Se armó de valor, sacó su celular y comenzó a tomar fotos de lo sucedido para posteriormente subirlas a su cuenta de Twitter (@ariasanna) y desatar una ola de quejas y mensajes de apoyo.
El avión no iba a resistir el tiempo de vuelo con el desperfecto, por lo que el Boeing 767 emprendió inmediatamente las maniobras de retorno a Barajas. Durante el aterrizaje, dejó en la vía restos de neumáticos y fuselaje.
Al parecer la falla fue en el sistema de aterrizaje pero aún no se ha…
