INDUSTRIA AERONÁUTICA

PLUNA: El éxito y ocaso de una aerolínea

78 años de trayectoria cumpliría hoy una de las más importantes aerolíneas de la región. Destacada por su seguridad, tecnología y eficiencia, pero pese a lo cual y debido a una mala gestión, vio su final en 2012 dejando a trabajadores, clientes y a todo un país en estado de "shock".

Con el fin de revivir su auge y principales hitos, AeroLatinNews ha querido recordar estos 78 años desde su creación reviviendo su historia, aciertos y desaciertos.

La génesis de un ambicioso proyecto

Fundada el 20 de noviembre de 1936 por los hermanos Jorge y Alberto Márquez Vaeza y un grupo menor de empresarios británicos liderados por el embajador de Gran Bretaña, Eugen Millington-Drake, la aerolínea PLUNA (Primeras Líneas Aéreas Uruguayas de Navegación Aérea) contó en sus inicios con dos aviones De Havilland Dragonfly DH.90 de tres asientos, los cuales fueron bautizados como San Alberto y Churrinche.

Su primer vuelo regular lo realizó desde el aeropuerto de Melilla a Salto, al mando de Emilio Nudelman y Walter Noack, agregándose posteriormente vuelos con servicio de pasajeros, carga y correo entre Montevideo y las ciudades de Salto y Paysandú, así como a otras en la frontera con Brasil. En 1937, la empresa recibió el apoyo gubernamental a través de un subsidio el cual le permitió adquirir un aparato de Havilland DH.86B de 12 pasajeros.

La subvención hizo que PLUNA pudiese disponer de ayuda económica hasta 1943, la cual una vez finalizada las operaciones de la compañía, quedaron en suspenso hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En 1945 los vuelos fueron reinaugurados y el Gobierno de la época asumió el control de más del 83% de la empresa. La participación estatal permitió incorporar dos Douglas DC-2 y un Curtiss C-47, aviones que fueron utilizados en la ruta a Paysandú y Salto, entre otras. En 1947 la participación del Estado en la compañía se vuelve a incrementar llegando al 94%, para adquirir en 1951, la totalidad de la empresa.

El 2 de agosto de 1938, PLUNA realiza su primer vuelo internacional a Asunción, aunque sólo el 22 de diciembre de 1947, se efectuó la primera operación internacional de carácter regular. En 1948 se realizan algunos vuelos a Bariloche, Bogotá y Pelotas (Brasil), bajo la modalidad de vuelos chárter.

En 1953, se comienzan a hacer las gestiones para adquirir cuatro cuatrimotores de Havilland DH.114 Heron para 17 pasajeros, destinados a complementar a la flota de cinco Douglas DC-3, adquiridos en 1951 cuando el Estado entró a ser dueño del total de la empresa. Estos aviones se mantuvieron en servicio hasta 1958 cuando fueron remplazados por los nuevos Vickers Viscount 769D, equipos con los cuales PLUNA pudo expandir y mejorar sus servicios.

En 1969, PLUNA ingresa a la era del jet al incorporar su primer Boeing 737-200, el cual se mantuvo en servicio en la compañía hasta 1974, año en el cual la flota volvió a quedar conformada por aviones turbohélice. Sólo a fines de los años 70 volvió a contar con aviones jet al incorporar tres Boeing 727-100. En 1982 se agregan otros tres Boeing 737-200, los que estuvieron en servicio hasta la llegada de los Bombardier CRJ900 en 2008.

En 1981 PLUNA inauguró sus vuelos intercontinentales a Madrid, una de las rutas más emblemáticas de la compañía, adquiriendo para ello aviones Boeing 707. Durante los años ochenta, la aerolínea utiliza en forma temporal otros B707s y un Mc Donnell Douglas DC-8 adquiridos régimen wet lease de manera temporal. Con el ingreso de Varig, la ruta a Madrid pasará ser operada por aviones de fuselaje ancho como los Mc Donnell Douglas DC-10 y Boeing 767-300ER.

En 1995, Varig adquiere el 49% de la compañía, convirtiéndose de esta forma en su administrador hasta su caída en 2005. A contar de esa fecha, el Estado uruguayo se hace cargo de la empresa hasta el 2007, cuando en un proceso competitivo, vende el 75% de sus acciones al grupo inversor Leadgate, quien se hace cargo de la gestión y supuso un cambio en la estrategia comercial de la firma, donde se buscó renovar la flota a través de dos etapas: la estandarización de ella en aviones Boeing 737-200, 737-300 y 767-300ER, y la incorporación de nuevos aviones Bombardier CRJ900NG, a través de los cuales PLUNA desarrollaría su estrategia del "Hub del Sur".

En 2008, PLUNA obtiene la certificación IOSA de IATA y, un año más tarde, la certificación ISO9001 de aseguramiento de la calidad. En 2010 logró el reconocimiento de Bombardier a su gestión de mantenimiento, por ser una de las flotas de mejor desempeño en el mundo. Las innovaciones en la gestión y el desarrollo de una profunda transformación de la empresa fueron reconocidas por ALTA con premio Federico Bloch Award, en la persona de Matías Campiani, CEO de la compañía.

Crisis, quiebra y un nuevo origen

El 5 de julio del 2012 PLUNA suspendía indefinidamente sus operaciones debido a la situación económico-financiera de la empresa luego de la abrupta salida del inversor privado, Leadgate Investment. El 9 de julio el Gobierno Uruguayo envió al parlamento un proyecto de ley que lí­quida PLUNA debido a su situación de «insuficiencia patrimonial», la imposibilidad de la aerolínea de acceder a la liquidez y la ya evidente carencia de financiamiento, dejando a Uruguay sin aerolínea de bandera.

El cese de operaciones generó un impacto social importante y un malestar en miles de pasajeros. Muchos de ellos no pudieron viajar y muchos no han recuperado el valor pagado por sus billetes. En las oficinas de defensa al consumidor de países como Uruguay, Chile o Brasil se registraron cientos de reclamos por parte de los usuarios afectados.

Tras la quiebra de la línea aérea, Aerolíneas Argentinas y Austral aumentaron las frecuencias de vuelo para poder cubrir la demanda. El gobierno uruguayo anunció que de no concretarse la creación de una nueva aerolínea de bandera, el puente aéreo más importante que une Montevideo con Buenos Aires sería tomado por Aerolíneas Argentinas.

Finalmente el 1 de octubre de 2012 se subastaron los 7 aviones Bombardier CRJ900 de PLUNA al mejor postor, siendo adjudicados por 137 millones de dólares a la empresa española Cosmo Líneas Aéreas SL, que prevería volarlos hasta Madrid con 4 escalas.

Pese a esto el Estado uruguayo vuelve a intervenir en este proceso de venta de activos, mientras que los ex trabajadores de PLUNA insisten con la refundación de la empresa, comenzando a mediados de 2012 a mencionarse la posibilidad de que PLUNA se convirtiera en una cooperativa conformada por los ex empleados, y apoyada financieramente por el Estado Uruguayo

En mayo de 2013, se dio a conocer el nombre de la nueva aerolínea cooperativa fundada por los ex-trabajadores de PLUNA, la nueva compañía se llamará Alas-U, la cual se esperaba entrara en funcionamiento durante 2013.

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