El sector aeronáutico no sólo es uno de los más dinámicos de la economía del estado mexicano de Querétaro, sino que desde hace unos años es el responsable de haber cambiado el modelo industrial de esta región del centro del país.
Este sector ha experimentado un fuerte empuje en la última década, pasando de tener dos empresas en 2005 a ochenta en 2015, lo que ha supuesto un aumento respecto al número de empleados en este campo "“ de 500 a 8.000 trabajadores- y de inversiones, que pasaron de los 100 millones a 500 millones de dólares.
La aeronáutica "nos puso en el mapa, porque antes teníamos una muy buena industria, pero nadie hablaba de Querétaro como un estado líder", aseguró el secretario de Desarrollo Sustentable de la entidad, Marcelo López Sánchez, quien indicó que el modelo de crecimiento aeronáutico fue seguido en otros sectores.
Una de las primeras empresas en llegar, junto a la española Industria de Turbo Propulsores (ITP), fue General Electric (GE), cuyo centro en Querétaro es referido con las siglas GEIQ.
Este centro realiza, entre otras actividades, el diseño de turbinas de avión, en las que se buscan modelos que sean más eficientes y ahorren en combustible y ruido.
También desarrollan parte de su negocio de aviación a través de la subdivisión "GEIQ Aviation System", con la que se centran en el "software" de las aeronaves, trabajando aspectos como la generación de potencia o el desarrollo de las tarjetas que la distribuyen a lo largo del aparato.
Pero lo que motivó la explosión del desarrollo aeronáutico del estado fue la llegada de la compañía canadiense Bombardier, posicionada como el tercer fabricante de aviones comerciales a nivel mundial.
La empresa se extendió en Querétaro con nuevas plantas, aunque recientemente anunció el despido de 350 personas, debido a la mala respuesta del mercado ante el proyecto de su Learjet 85.
La introducción de Bombardier en Querétaro sembró la idea de la creación de la que hoy es la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ), de titularidad pública, que sigue la idea de adaptar el modelo educativo a las peticiones del mercado.
"La compañía dio en parte la idea de crear una institución que acompañara al desarrollo del sector aeronáutico en la entidad con la formación de técnicos, profesionales e investigadore", acompañando así a la evolución "natural" del sector aéreo, dijo a Efe el rector de la universidad, Jorge Gutiérrez de Velasco.
Sus comienzos hace siete años forjaron un mecanismo que desencadenó consecuencias como un aumento de la cifra de ingenieros para la industria y de la capacidad de mercado, que trajo a su vez a más alumnos y más empresas del sector.
"Se hizo una bolita de nieve que fue creciendo muy rápido", afirmó Miguel Omar Bribiesca Ãlvarez, uno de los primeros egresados de la institución en 2013 y que ahora se dedica al "tooling" -diseño y manufactura de herramientas y otros componentes- con su propia empresa.
La universidad, la única de México centrada exclusivamente en el ámbito aeronáutico, desarrolla programas educativos que giran en torno a la manufactura o el mantenimiento de los aviones, a los cuales están adscritos 1.110 estudiantes, con un 20 % de mujeres.
Entre otras características, el centro cuenta con el Campus franco-mexicano, inaugurado el año pasado durante la visita del presidente francés, François Hollande, y que se asemeja a un taller de mantenimiento mayor aeronáutico (MRO), donde los estudiantes interactúan con vehÃculos funcionales que pueden montar y desmontar para analizar…
