INDUSTRIA AERONÁUTICA

Todo lo que dejó la edición número 72 del IATA AGM, en Dublín

Más de 160 CEOs de las principales líneas aéreas del planeta reunidos en un solo lugar dan una idea de la relevancia que este encuentro de la industria representa.

En total cerca de 1.000 personas reunidas entre representantes de otras áreas de la aviación como aeropuertos, autoridades, asociaciones, fabricantes y proveedores. ¿El objetivo? Analizar el estado de la industria en general, alcanzar acuerdos globales de cooperación, debatir acerca de las cuestiones críticas del sector, el futuro de la aviación, su relación con la tecnología, con el medioambiente y su repercusión en las economías regionales y locales entre otros -varios- temas.

En definitiva, una asamblea de los principales líderes de la industria aérea para analizar medidas destinadas a reforzar los beneficios sociales y económicos que ofrece un transporte aéreo global seguro, sólido, eficiente y sostenible.

La agenda para los medios presentes en el encuentro, inició con un panel local, que analizó la situación de la aviación en Irlanda, encabezado por Stephen Kavanagh, CEO de AerLingus, y acompañado por autoridades del aeropuerto de Dublín, de la Autoridad de Aviación de Irlanda, y de directivos de compañías de leasing, fuertes en el país. Luego fue el turno de Airbus Foundation, de la mano de Deborah Waddon, de presentar sus proyectos junto a Cruz Roja y AirLink para coordinar tareas de ayuda humanitaria mediante las compañías aéreas y de Gilberto López-Meyer, Vicepresidente senior de IATA para Safety y Operaciones de vuelo quien se presentó ante la prensa para luego pasar a la bienvenida oficial al IATA AGM que arrancó con intervenciones del ministro irlandés de Transporte, Turismo y Deporte, Shane Ross, y del presidente de Consejo de la Organización Internacional de Aviación Civil, Olumuyiwa Benard Aliu.

El panel de los CEOs, como siempre, se llevó gran parte de la atención. Moderado por el histriónico y reconocido presentador de la CNN, Richard Quest, la visión sobre los desafíos y oportunidades que la industria aérea enfrentará durante el próximo año y en el largo plazo tuvo como exponentes en esta edición a Jayne Hrdlicka, Chief Executive Officer de Jetstar Airways PtyLtd; Edward Bastian, CEO de Delta Air Lines; Bernard Gustin, CEO de Brussels Airlines; Charamporn Jotikasthira, Presidente de Thai Airways; y Tim Clark, Presidente de Emirates Airline.

Yendo a los números
Las perspectivas financieras para el sector en 2016 pronostican que los beneficios se elevarán a 39.400 millones de dólares gracias al buen desempeño de las aerolíneas."Los bajos precios del petróleo por supuesto están ayudando, pero el trabajo que están realizando las aerolíneas está impulsando la actividad", señaló el organismo en un comunicado. "El resultado es que los consumidores están obteniendo un trato magnífico y los inversores por fin están viendo las recompensas que merecen", precisó durante su discurso el director general de la IATA, Tony Tyler. El ejecutivo indicó que espera que 2016 sea el quinto año consecutivo en el que la industria cierra con mejoras en los beneficios agregados. Por tráfico de pasajeros, se espera obtener 511.000 millones de dólares, por debajo de los 518.000 millones de 2015; mientras que por la carga se anticipan ingresos por 49.600 millones de dólares, con respecto a los 52.800 millones del año pasado. En cuanto a la actuación regional de las aerolíneas, las de América del Norte serán las que aportarán más de la mitad de los beneficios, unos 22.900 millones de dólares, mejorando la cifra del año anterior, que se situó en 21.500 millones. Asimismo, se espera que su capacidad de transporte de pasajeros se expanda un 4,3%.

Por su parte, las aerolíneas europeas se han enfrentado a varios ataques terroristas en lugares claves para el turismo, pero aun así se esperan que mejoren su beneficio hasta los 7.500 millones de dólares al término de 2016, cien millones más que en el ejercicio anterior; con un aumento en la capacidad de pasajeros del 5,8% en Europa. Los operadores de Asia-Pacífico también mejorarán sus beneficios en 2016, que progresarán en 600 millones de dólares, hasta los 7.800 y su capacidad se expandirá en un 9,1%. En Oriente Medio, las compañías aéreas obtendrán un saldo positivo a finales de 2016, aunque será similar al del año anterior (un benefició de 1.600 millones, frente a los 1.400 millones previos). Latinoamérica no obtendrá beneficios tan importantes (100 millones en 2016), lo que supone una mejora considerable si se tienen en cuenta las pérdidas de 1.500 millones en 2015. Las aerolíneas africanas registrarán números rojos otro año más, pero en 2016 serán de 500 millones, por debajo de los 700 millones de 2015.

En definitiva, las aerolíneas conseguirán en promedio 10,42 dólares por pasajero transportado. «Con esa cantidad se pueden comprar cuatro expresos dobles en cualquier Starbucks de Dublín. Pero Starbucks ganará unos 11 dólares por cada 100 dólares vendidos, mientras que las aerolíneas conseguirán 5,60 dólares. No quiero decir con esto que envidiemos el éxito de Starbucks. Además, no cabe duda de que las aerolíneas están mejorando sus beneficios», afirmó Tyler. Por segundo año consecutivo, y solo la segunda vez en la historia de la industria de aerolíneas, el retorno sobre el capital invertido (9,8%) excederá el coste de capital (6,8%) -lo mínimo que un inversor puede esperar-. La industria de aerolíneas está comenzando a dar los beneficios que esperaría un negocio normal. «La resiliencia se está haciendo patente en los balances de situación. Las ganancias de los últimos años están permitiendo a algunas aerolíneas reducir su deuda. Sin embargo, aún nos llevará unos años conseguir un balance financiero saludable», añadió Tyler. Todavía habrá que destinar los beneficios de algunos años al pago de la deuda acumulada. Las aerolíneas de Norteamérica y de algunas partes de Europa están viendo el apalancamiento financiero inclinarse hacia niveles de inversión. Sin embargo, la mayor parte del resto de la industria sigue enfrentándose a un desafío continúo.

Este año, 3.800 millones de personas volarán de algún punto a otro del planeta, mientras que 52 millones de toneladas de carga serán trasladadas por vía aérea, equivalente a un 35% del comercio internacional de bienes. «La aviación hace de nuestro mundo un mejor lugar. Y al hacerlo, mantiene 63 millones de empleos y apuntala el 3,5% del PIB mundial», sostuvo Tyler. Pero recordó que los «motores de prosperidad», como llamó a las aerolíneas, llevan años luchando por generar ganancias en un contexto de creciente competencia, distintos modelos de negocios y ciclos económicos alternos. Tyler cuestionó que si bien la industria aérea comparte el objetivo de generar prosperidad, muchas veces los gobiernos toman decisiones que debilitan ese trabajo, debido a las trabas que representan los excesivos impuestos y regulaciones, así como una infraestructura muchas veces deficiente.»Tenemos casi dos mil cargos e impuestos en nuestra base de datos, de los cuales 230 son impuestos en los pasajes aéreos y el número parece crecer con cada ciclo presupuestario de los gobiernos», afirmó. Ello ha significado que representen el 20% del costo de un viaje y casi cuatro veces el margen promedio neto de las aerolíneas. Es por ello que comparó los impuestos que gravan la industria aérea con los que castigan al alcohol y el tabaco.

Más allá de revisar los números del sector, la IATA -que representa alrededor de 265 líneas aéreas, que constituyen el 83% de tráfico aéreo internacional- hizo hincapié en diferentes aspectos de la industria como la seguridad cibernética, en un panel que contó con la presencia de autoridades del FBI, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, del Pentágono, del Foro Económico Mundial y de Alan Pellegrini Presidente y CEO de Thales USA; y Calin Rovinescu Presidente y CEO Air Canada, tratándose de un tópico que se ha vuelto relevante tras una serie de hechos que han llevado a los altos líderes de la industria a cuestionarse qué tan confiables son las actuales barreras de seguridad informática en el transporte aéreo. Tanto en las aerolíneas y sus aviones como en aeropuertos e incluso desde proveedores de la industria.

Metas sobre el Cambio Climático:
Un factor relevante que se tomó en cuenta en la asamblea anual de la IATA son los beneficios sociales y económicos que la aviación brinda al planeta y en el que puede jugar un papel de liderazgo en un futuro económico y medioambiental sostenible.

La industria aérea tiene desde hace años claras metas sobre lo que quiere alcanzar en cuanto a su impacto en el medio ambiente. Es por esto que la discusión en esta materia estuvo estrechamente ligada al objetivo a largo plazo de la industria de reducir las emisiones de CO2 en un 50% en comparación con los niveles de 2005 para el 2050.

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