Desde hace cinco meses dos comunidades mantienen dividida la Isla del Sol, en Bolivia, y las agencias de viajes locales aseguran que el conflicto ha afectado considerablemente la actividad porque muchos turistas dejan de visitar la zona. También cuestionan que el gobierno no invierte en promoción internacional.
Las comunidades Challa y Challapampa están enfrentadas porque las primera hizo cinco construcciones civiles a 300 metros de la Chinkana, una de las edificaciones ceremoniales más importantes de la isla. Ante la posibilidad de que estas edificaciones pongan en riesgo el sitio arqueológico, pobladores de Challapampa destruyeron dos estructuras y los de Challa iniciaron un bloque terrestre y lacustre.
La semana pasada la ministra de Culturas, Wilma Alanoca convocó a las partes, porque "no quisiéramos lamentar el cierre del destino turístico", según publica Página Siete, pero el encuentro no pudo concretarse.
Las visitas a la Isla del Sol suelen ser vendidas por agencias de Copacapaba, quienes calculan que por el conflicto las visitas han caído entre un 40 y un 60%…
