CURIOSIDADES

El aeropuerto compra un container especial blindado para detonar maletas sospechosas

El aeropuerto de Bilbao contará en breve con un contenedor especial para explosionar de manera controlada equipajes que puedan resultar sospechosos de portar una bomba. El container que se pretende adquirir tiene unas dimensiones considerables (es más o menos tan grande como un coche utilitario) y posee un peso superior a las tres toneladas. Su blindaje es tan fuerte que es capaz de soportar la detonación de cinco kilogramos de TNT en sus entrañas. Esta cantidad de explosivo fue, por ejemplo, la que utilizó un grupo terrorista para asesinar a 35 personas y destrozar buena parte de la zona de Llegadas del aeródromo moscovita de Domodédovo en 2011.

Hasta la fecha, sólo los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Málaga poseen un recurso de estas características. Esta especie de carro blindado, que es remolcado por un tractor, permitirá trabajar a la Guardia Civil con mayor seguridad. No es nada habitual que en Loiu aparezcan maletas sospechosas. Todos los equipajes, una vez facturados, pasan por un escáner. Suele ser suficiente para descartar cualquier amenaza. Pero también hay perros adiestrados. De manera extraordinaria, estos canes han marcado algún bulto, poniendo en guardia a los Tedax. Una de las últimas veces en las que se ha requerido la presencia de los desactivadores en ‘La Paloma’ fue en julio del año pasado, cuando un comunicante anónimo aseguró que había una bomba en el interior de un avión que iba a aterrizar en las pistas del Txorierri procedente de Amsterdam. Por fortuna, fue una falsa alarma. Se trató de la llamada de un perturbado.

Con todo, las autoridades se movilizaron y tomaron precauciones. Además de un amplio despliegue de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza, se adoptó la decisión de alejar la aeronave de la terminal por si aquello explotaba. Ahora, con el nuevo contenedor especial, la idea es que los paquetes sospechosos se introduzcan en el carro para ser remolcados, hacia una zona apartada donde tomar la decisión de introducir un cebo y llevar a cabo una explosión controlada.

Escenario improbable
Que aparezca una bomba en un equipaje es un escenario muy remoto e improbable. En Málaga, por ejemplo, un dispositivo de estas características, modelo ‘Golan 5’, lleva operativo desde hace más de un lustro. Y nunca se ha utilizado. Tampoco en Madrid ni Barcelona. Con todo, no está de más estar preparado para una contingencia de este tipo.

El container que quiere comprar el aeropuerto permitiría introducir la maleta sin manipularla. Para ello, se utilizaría un mando remoto que empujaría el bulto hasta el interior del carro blindado, que estará ubicado al final de la cinta transportadora que mueve los equipajes. Además, la campana antiexplosivos tendrá que ser capaz de retener los gases de la explosión, al menos durante 24 horas. Algo que resulta importante si el eventual artefacto porta un agente tóxico, ya sea químico o biológico.

Resulta difícil conseguir información técnica sobre este tipo de dispositivos de seguridad. Ni la sociedad pública que gestiona los aeropuertos españoles (Aena) ni el propio fabricante dan detalles sobre su uso o características. La construcción y venta de estas herramientas antiexplosivos están envueltas en un halo de misterio. En un informe interno de Aena al que ha tenido acceso EL CORREO, se asegura que el objetivo de comprar este tipo de contenedores tiene que ver con el deseo de «minimizar los riesgos a usuarios y trabajadores de los aeropuertos donde sean desplegados, así como evitar daños a la propiedad ante posibles explosiones de bultos sospechosos».

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