CURIOSIDADES

El fanático de la aviación que salvó a millones de vidas

El amor por los aviones y la pasión por arreglar cosas llevó a Forrest Bird a salvar millones de vidas con la invención del primer respirador artificial producido masivamente: una máquina que todavía hoy ayuda a la gente a respirar.

En la década de 1960, Bird se acostumbró a que los médicos questionaran la «pequeña máquina verde» que llevaba para enseñarles.
«¿Una máquina que respira por ti? Eso no va a ser posible», le decían.

Hasta entonces, los problemas respiratorios se habían tratado usando una pieza de equipo pesada y limitada conocida como pulmón de hierro. Pero Bird sabía que había inventado algo mejor.

Inspirado por su padre, que había sido piloto durante la Primera Guerra Mundial, desarrolló una pasión por los aviones desde niño.
Realizó su primer vuelo solo cuando apenas tenía 14 años y, a principios de la segunda Guerra Mundial, se alistó con la Fuerza Aérea de Estados Unidos con el encargo de transportar aviones y helicópteros donde fueran necesarios.

Este amor por las máquinas voladoras se combinaba en él con un cerebro de inventor y una curiosidad sobre el funcionamiento del cuerpo humano.
Él había visto cómo el aire se movía alrededor de las alas de los aviones, y había percibido una similitud con el flujo de aire en los pulmones.

Escribió: «En el pulmón humano, hay millones de láminas de aire, como alas de aeroplano, que facilitan la respiración normal»…

Imagen:Â www.nationalmedals.org

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