CURIOSIDADES

Ver "˜La terminal"™ de Spielberg en el aeropuerto de Fráncfort

¿Por qué no convertir el transitado aeropuerto de Fráncfort, un convento carmelita o una central eléctrica en una improvisada sala de cine? Esta es la premisa de la Frankurter Kinowoche (semana del cine de Fráncfort) que ofrecer Kino an ungewöhnlichen Orten o, lo que es lo mismo, cine en lugares insólitos. Del 19 al 26 de julio este curioso festival proyecta ocho pelí­culas en espacios no tienen nada que ver con el cine, pero sí guardan una estrecha relación con la trama de cada film.

El aeropuerto de Fráncfort inaugurará esta edición con la proyección de La Terminal, de Steven Spielberg (2004). Un palacio del siglo XVIII, un circo y un skatepark son otros de lugares elegidos para este año en los que se podrán ver Las Amistades Peligrosas (Stephen Frears, 1988), Trapecio (Carol Reed, 1956) y Los Amos de Dogtown (Catherine Hardwicke, 2005) respectivamente.

Organizada por el Deutsches Filminstitut / Deutsches Filmmuseum (el Museo del Cine en Fráncfort, una visita obligada) la existencia de la Frankfurter Kinowoche se remonta a 1995, año en el que el cine cumplió su primer centenario de historia. Para celebrar tal hito, la institución ideó este festival sin prever el rotundo éxito que tendría entre el público y que se convertiría en una tradición de todos los veranos francforteses.

En ediciones anteriores se han proyectado Los pájaros (Alfred Hitchcock, 1963) en el pabellón de aves del zoo de Fráncfort, Manhattan (Woody Allen, 1978) en un aparcamiento situado en pleno centro financiero de la ciudad, rodeado de rascacielos, Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993) en el museo de ciencias naturales, La Fuga de Alcatraz (Don Siegel, 1979) en la antigua cárcel de la policía de Fráncfort o Match Point (Woody Allen, 2005) en el club de tenis francfortés.

Con más de cien pelí­culas proyectadas en 90 lugares insólitos, el éxito de esta iniciativa reside en la atmósfera relajada que se respira en cada una de las sesiones, con puestos de comida y bebida que les confieren un aire festivo, de cine de verano. Por ello, edición tras edición, han ido atrayendo más adeptos.

Las entradas para la Frankfurter Kinowoche (entre 10 y 14 euros) pueden adquirirse en la página oficial del festival o en las taquillas del Deutsches Filmmuseum.

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