AEROLÍNEAS

Catalina Bretón: “Las mujeres somos un equipo, no rivales”

A lo largo de su vida, la bogotana se ha desempeñado fuertemente en la industria de las aerolíneas, estudió ingeniería industrial en Los Andes y ha trabajado para empresas como Avianca y Jet Blue. Actualmente es la única colombiana que lidera una aerolínea en el mundo.

¿Cómo llegó usted a Wingo?

Yo soy bogotana, ingeniera industrial egresada de la Universidad de los Andes; estuve viviendo en Bogotá hasta hace seis años, cuando me fui a vivir a Nueva York. Después de estudiar ingeniería entré a Avianca, ahí estuve una década y aprendí muchísimas cosas, desde estrategia, planeación, liderazgo. Luego me fui a hacer mi maestría en administración de empresas en Nueva York, la idea era estar allá solo dos años y regresar, pero encontré el amor y me quedé. Tiempo después comencé a trabajar en Jet Blue, y esta aerolínea me enseñó la importancia de crear marcas poderosas y de balancear el bajo precio, pero siempre manteniendo la calidad. Un día recibí una llamada que no estaba esperando, todavía no estábamos listos mi esposo y yo para regresar a Colombia, pero fue una oportunidad a la que no me negué, y aquí estoy desde hace más de dos años.

¿Para usted qué significa, no solo en su vida profesional sino también como mujer, liderar una aerolínea y hacerla crecer?

Es un privilegio, creo que cuando uno tiene una responsabilidad tan grande, debe hacerse cargo del negocio, pero a la vez también demostrarle al mundo que las mujeres sí somos capaces de llevar a las empresas a grandes lugares. Para mí ha sido espectacular la oportunidad de comprobarle eso a la industria, porque solo el 6 % de los presidentes de las aerolíneas son mujeres, mientras que en otras industrias el porcentaje está en 12 %. Las empresas ahora están invirtiendo en cerrar esa brecha de género entre hombres y mujeres, y yo creo que eso lo hemos demostrado en Wingo, porque en estos dos años y medio hemos estado estables y hemos ido creciendo con varias mujeres a cargo.

¿Cuál fue el mayor reto para usted a la hora de asumir el liderazgo de Wingo?

Muchos, todos los días hay uno nuevo. Considero que el reto que tenemos las mujeres es salirnos de nuestra zona de confort. Yo vivía en Nueva York, tenía un buen trabajo, estábamos muy bien y muy contentos, y cuando dijimos con mi esposo que nos íbamos a devolver a Colombia, él dejó de trabajar en el banco en el que trabajaba y decidió apoyarme y perseguir mis sueños, porque yo quería venir a crear una aerolínea desde cero; ese es el mayor reto personal: dejar la comodidad a un lado y arriesgarse a hacer cosas nuevas todos los días. Perder el miedo a fracasar da sus frutos.

Tomar el liderazgo de una empresa en general es un gran logro para las mujeres hoy en día…

Así es, en el caso de esta industria también, porque está gobernada naturalmente por hombres, y yo creo que hay que ser valiente para tomar posiciones y hacer escuchar nuestras ideas en todos los ámbitos. Ese ha sido un reto grande que he tenido, porque en todas mis juntas directivas son solo hombres, y tomar una posición y trazar una estrategia que plasme tus ideas requiere de valentía. Como mujer creo que hemos demostrado que trabajando duro podemos sacar las cosas adelante, pero sobre todo creo que hay cosas que nosotras traemos a la mesa: somos humanas, cercanas, cálidas, pero al mismo tiempo exigentes, profesionales, siempre buscando ser mejores todos los días.

¿Qué ha sido lo más difícil de liderar la aerolínea?

Es algo en lo que estoy trabajando todavía, y es tener una coraza y desarrollarla para que muchas cosas no me importen, porque cuando eres una figura visible todo el mundo critica, opina, y desafortunadamente las mujeres mismas somos las que criticamos más y hay que crear como ese escudo para no tomárselo todo tan personal, poder seguir adelante y perseguir eso que queremos, y ojalá las mujeres nos halagáramos en vez de criticarnos, porque somos un equipo, no rivales.

¿Qué opina sobre el empoderamiento femenino? ¿Ha tenido problemas por machismo en su trabajo?

Los estereotipos sí existen, y eso es algo que las mujeres tenemos que aceptar y usar a favor. Una mujer siempre va a abrir las puertas de muchas cosas, pero así mismo tenemos que trabajar para eliminar ese paradigma de que no somos visionarias, que trabajamos fuerte pero no lo suficiente, o que no somos totalmente profesionales, etc. Yo tuve el privilegio de trabajar en una empresa estadounidense, y además de ser mujer, también era latina, eso me convertía en una minoría entre las minorías. Aprendí mucho que hay que demostrar con hechos que puedes lograrlo, pero también hay que mostrar lo que haces, y a veces somos muy tímidas, y eso está mal, porque tenemos que mostrar lo que hacemos para que la gente lo vea y lo aprecie…

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