INDUSTRIA AERONÁUTICA

Por cada pasajero, las líneas ganan 6 dólares

El Golfo Pérsico, con este pequeño y riquísimo emirato a la cabeza, es la región de mayor crecimiento de la industria aérea en el mundo, apalancado por la enorme inversión de tres líneas aéreas: Qatar Airways, Emirates y Etihad. Y fue aquí donde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en inglés) celebró días atrás su 70 Asamblea Anual, ocasión en la que además se festejaron los 100 años de aviación comercial.

El mayor desafío que se le agregó a esta industria -más allá de su eterna necesidad de reducir costos, aumentar la eficiencia y ser más amigable con el medio ambiente- tiene que ver con la necesidad de imponer una trazabilidad sistematizada y de común acuerdo para los vuelos. Duele todavía el fresco recuerdo del avión malayo que no se logró encontrar todavía.

Las aerolíneas facturarán este año US$ 746.000 millones y contribuirán con el 1% del producto bruto global. «Movemos 6,8 billones de dólares en mercaderías, empleamos 58 millones de personas y nuestras inversiones, para este año, ascienden a US$ 150.000 millones, representados por los 1400 aviones nuevos que se recibirán», resumió Tony Tyler, director general de IATA en su discurso ante los representantes de la industria de todo el mundo.

El lamento del sector es que con números tan groseros de facturación, la ganancia es de «apenas» US$ 18.000 millones, es decir, un 2,4% de beneficio. «Ganamos menos de US$ 6 por pasajero», advirtió el directivo.

«Es necesario que los gobiernos se sumen al esfuerzo que realizan las aerolíneas para mejorar los beneficios económicos, mediante la creación de un marco regulador que facilite el éxito, una infraestructura rentable capaz de satisfacer las demandas de los consumidores y de las empresas, y una carga fiscal razonable. Los gobiernos deben comprender que el valor real de la aviación es la conectividad global que ofrece y el crecimiento y el desarrollo que estimula, y no los ingresos fiscales que se pueden obtener de ella», dijo Tyler.

Es que entre las regulaciones y los impuestos y tasas nuevas que se crean en cada país, por un lado, y las infraestructuras de los aeropuertos que no se modernizan a la par de los nuevos aviones, las líneas aéreas reclaman ser las únicas que absorben los mayores costos.
Factores

Los empresarios del transporte aéreo hicieron un repaso de los factores que afectan la rentabilidad, entre los que se encuentran el pobre desempeño económico global (con serias preocupaciones sobre la evolución de la economía china), el persistente aumento de los costos del combustible, y la incesante caída del sector de carga aérea, que no levanta cabeza ya desde 2010.

«El precio del combustible sigue estable, pero nunca se había mantenido tan alto durante tanto tiempo: desde 2011 está por encima de los US$ 120 el barril, y para este año se espera que esté en US$ 124,2», destacó Tyler.

En cuanto a las distintas regiones, llamativamente las líneas norteamericanas son las de mejor desempeño económico: hace dos años, la ganancia neta en Estados Unidos era de US$ 2,8 por pasajero; ahora supera los US$ 11. La consolidación de empresas, y la mejora en la eficiencia operativa derivada, explican esos números.

Las regulaciones europeas en cuanto al uso del espacio aéreo perjudican y encarecen la operación: allí­, la ganancia es de US$ 3,2 por pasajero (US$ 2800 millones de beneficio neto en 2014). Los números de Asia (US$ 2,98 por pasajero de utilidad) están influenciados por la mala performance de India, cuyo gobierno impuso un alto impuesto al combustible.

En tanto, en América latina, «la consolidación -la compra de TAM por parte de LAN y la fusión de Avianca y TACA- incrementan el beneficio neto por encima de 1000 millones de dólares este año, que se traduce en US$ 4,21 dólares por…

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