INDUSTRIA AERONÁUTICA

Alitalia pone rumbo al Este para salir de la crisis

La aerolínea italiana está ultimando un nuevo plan de negocio que se presentará el próximo 3 de julio y prevé una reducción de la capacidad en el corto y medio radio y una potenciación del largo radio. También busca un nuevo accionista entre las aerolíneas asiáticas, rusas y de Oriente Medio. La de Alitalia, la antigua aerolínea de bandera italiana, que en los años 60 fue una de las mayores del mundo, es la historia de un declive que no parece tener fin.

Desde 2009, cuando la compañía fue rescatada por un grupo de empresarios italianos, se han presentado dos planes de relanzamiento del grupo y el miércoles 3 de julio el nuevo consejero delegado de la compañía, Gabriele del Torchio, lanzará el tercero. En este caso, el impulso a la compañía vendría de Oriente, a través de la apertura de nuevas rutas hacia Asia y la llegada de nuevos inversores.

En los cuatro años transcurridos desde el anterior rescate, la aerolínea ha mejorado notablemente su nivel de servicio, hasta convertirse en una de las más puntuales del mundo, de las que menos vuelos cancelan, y menos equipajes pierden. Además, el grupo ha renovado su flota con aviones Embraer 175 y 190 para las rutas regionales, Airbus A319, A320 y A321 para el medio recorrido y Airbus A330, que se suman a los Boeing 777 en el largo radio. Con esta operación, que ha implicado la salida de los antiguos Md80, Md82 y Boeing 767, el grupo cuenta con la flota más joven entre las grandes aerolíneas europeas. Pérdidas Sin embargo, estas mejoras no han sido suficientes para hacer de Alitalia una empresa rentable. Al contrario.

El grupo, que tiene una dimensión similar a la de Iberia, perdió, en 2012, 280 millones de euros. La aerolínea española está en una situación similar, tras registrar unos números rojos de 351 millones el año pasado. Sin embargo, la diferencia es que Iberia forma parte de IAG, que tiene un músculo financiero mucho mayor que el de Alitalia, que no está integrada en ningún gran grupo internacional y cuya liquidez amenaza con acabarse a finales de año. Una solución a este problema es necesaria y todos, en Italia, reconocen la seriedad de la situación. Sin embargo, perfilar un plan de negocio capaz de sacar a la compañía del atolladero no va a ser tarea fácil para Del Torchio.

El directivo es conocido por su capacidad para salvar a empresas al borde de la insolvencia. Su hoja de servicios es intachable y cuenta con casos como el de Ducati, el fabricante de motos deportivas, que, a la llegada del directivo, estaba en una situación de quiebra técnica y hace un año, cuando fue vendido a Audi, era una de las compañías más rentables de su sector. Plan "No he visto ninguna empresa salir de la crisis mortificando su producción", aseguró Del Torchio hace unas semanas, cuando asumió su cargo. Toda una declaración de intenciones.

Con estas palabras, el nuevo consejero delegado dejó claro que la salida de la crisis de la compañía no puede pasar por esquilmar la flota, sino por potenciar su negocio, sobre todo el de largo radio con rumbo a Oriente Medio, Asia y Latinoamérica. Así, según los rumores que han circulado en los últimos días, la compañía introducirá en su flota algunos Airbus A330 y Boeing 777, que se sumarán a los que ya tiene. Con estos nuevos aviones, el grupo podría abrir nuevas rutas a Thailandia y reforzará su presencia en China y Japón. Eso sí, la flota de medio recorrido podría verse redimensionada. Sin embargo, en este puzle, falta una pieza: el nuevo accionista de control de la compañía. Actualmente, Air France KLM, eterno aspirante al control de Alitalia, cuenta con un 25% del capital de la compañía y es primer accionista individual del grupo. Pero en Italia muchos están convencidos de que, si la compañía pasara a estar bajo control francés, se vería fuertemente redimensionada a favor del gigante galo.

Accionista

Por lo tanto, el equipo de Del Torchio (y la clase polí­tica transalpina) están buscando la solución a este galimatías. Casi todos los socios actuales de la aerolínea quieren deshacerse de prisa de sus posiciones, pero Air France, que tiene que luchar contra su propia crisis financiera, quiere tomarse su tiempo y pagar en acciones. Los galos son muy conscientes de la situación de Alitalia y quieren llevarse la compañía por el mejor precio posible. Pero podrían acabar perdiéndola del todo. El Gobierno de Roma está dejando claro que su socio ideal es una compañía de Oriente Medio, como Etihad o Turkish Airlines; del sudeste asiático, como Thai; o rusa, como Aeroflot. Esta opción tendría dos ventajas: la presencia de un socio internacional dispuesto a invertir en el hub de Roma Fiumicino y la imposibilidad de éste de tener más de un 49% de Alitalia, en virtud de las normativas europeas.

Ferrocarril Así, entraría en juego el candidato del Gobierno: Ferrovie dello Stato, la empresa pública de ferrocarriles. El grupo es uno de los pocos operadores ferroviarios rentables en Europa y está alcanzando con Alitalia importantes acuerdos de interconexión entre trenes de alta velocidad y avión. Esta opción permitiría a la aerolínea continuar con el plan que está poniendo a punto Del Torchio: menos corto recorrido, que al menos en parte sería sustituido por el tren y más largo recorrido. Un plan arriesgado, pero que podría funcionar.

Alitalia pone rumbo al Este para salir de la crisis,Sector transporte. Expansión.com

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