Las autoridades del Aeropuerto Internacional de Fisherton volverán a pedir a la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) un informe sobre el incidente registrado el domingo 4 de mayo, cuando un presunto error de los operadores de la torre de control casi genera una tragedia. De acuerdo al relato de pilotos, en la pista de la terminal se autorizó a aterrizar al mismo tiempo a un airbus de la empresa TAM, con 150 pasajeros, y a un ultraliviano tripulado por una pareja de alemanes.
La situación también fue advertida por los pasajeros del avión de TAM, que debió abortar el aterrizaje con una maniobra brusca. Sin embargo, había sido minimizada, tanto por voceros del organismo nacional encargado de regular la aviación civil como por las autoridades del mismo aeropuerto.
Pero el testimonio de los pilotos de la menor de las naves, publicado ayer por La Capital, advirtió sobre la magnitud del incidente. Andreas Zmuda, quien se encontraba al frente del ultraliviano, contó que tenía autorización de la torre de control para aterrizar y se encontraba a cuatro millas de la pista cuando escuchó por la misma frecuencia de la radio al capitán del avión de TAM indicando que estaba a 12 millas.
"Después de volver a comunicarme con la torre _relató el piloto del ultraliviano_ empecé a aterrizar y él también. Quedamos enfrentados a un kilómetro de distancia y tuvo que hacer un giro muy grande, una maniobra muy peligrosa".
Zmuda aseguró que en "cualquier lugar del mundo, si esto pasa, le retiran la licencia" al controlador aéreo. Y, además, planteó que el encargado de dialogar por radio con los pilotos "no hablaba bien inglé". Un elemento clave que pudo haber generado la confusión y casi provoca una tragedia en el aire rosarino.
La versión oficial. La semana pasada, cuando por los pasillos de la aeroestación empezaron a circular distintas versiones sobre lo ocurrido con el vuelo de TAM, en la dirección de la terminal se solicitó la intervención de la Anac para que se esclarezca lo ocurrido.
El presidente del directorio del aeropuerto, Raúl Garo, aseguró que oficialmente no se recibió respuesta alguna. No obstante, se distribuyó un parte de prensa indicando que "no hubo incidentes, que todos los procedimientos fueron correctos y que se respetaron los protocolo".
El funcionario explicó que el personal de la torre de control pertenece a la Anac, el organismo encargado de fiscalizar todo lo que ocurre en el aire. "No tenemos ninguna responsabilidad por esos hechos. Desde la administración del aeropuerto lo único que podemos hacer es recoger la inquietud de los pasajeros y pedir a las autoridades nacionales que aclaren la situación", sostuvo.
Adelantó también que, frente al relato de los pilotos alemanes publicado por este diario, volverá a gestionar nuevamente algún tipo de información por escrito sobre lo…
