INDUSTRIA AERONÁUTICA

Chile después del robo del aeropuerto se Santiago, por Enrique Marguirott

Se podría decir que la mayoría de los chilenos se enteró de alguna u otra forma del llamado por la prensa del "Robo del Siglo". El cinematográfico asalto que sufrió un vehículo de valores que transportaba $6 mil millones.

Los asaltos a camiones de transporte de valores se efectúan cuando los guardias se bajan del transporte con las bolsas de dinero. Como primera cosa y para una mejor labor de éstos se necesita una mejor protección a su integridad física, esto implicaría que sus actuales chalecos antibalas posean también protección en el bajo vientre y genitales, además, sus pantalones podrían ser también antibalas. Los guardias de respaldo al que lleva el dinero deberían portar escudos tácticos antibalas. El uso de lentes oscuros con "espejo retrovisor" sería una buena opción para cubrir más área visual para estos últimos.

Por otra parte, los funcionarios que llevan el dinero deberían portarlo en mochilas totalmente adheridas al cuerpo, que no pudiesen ser cortar con tijeras, cartoneros, cuchillos u otros como alicates. La apertura debería ser por su interior, difícil de abrir con la mochila puesta. Esta mochila debería quitarse solo con una llave puesta en un llavero con varias llaves similares.

Si la cantidad de dinero es grande, la alternativa es una bolsa también incortable con ruedas y adherida al funcionario con una cadena forrada en aramida y con una llave de similares características a la de la mochila lo que generaría una pérdida de tiempo que aportaría dificultad visible para el asaltante. Asimismo, uno de los fajos de billetes dentro de una gran suma de dinero transportada debería llevar un pequeño GPS rastreable en todo momento.

Por el lado de la protección y seguridad en cajeros automáticos, sabido es que los bancos han gastado enormes sumas de dinero experimentando sistemas de ancla para evitar los alunizajes. También han perfeccionado trabas y alarmas a efectos de disminuir el robo con oxicorte. Pero no han podido con la modalidad de saturación por gas con que explosan la tapa del cajero para llevarse las gavetas con billetes. El uso de acetileno mezclado con oxigeno y otros gases que requieren pocos segundos para su ignición impide que los sensores se activen al ingreso del gas al cajero. Estas máquinas deberían contar con un sistema de reacción instantánea que impida la ignición del gas. Para esto existen dos opciones, instalar cajeros modernos con tecnología antiasalto (que cuestan varias veces el valor de los actuales), o adquirir sistemas eficientes que impidan la explosión.

A modo de conclusión, la mejor defensa ante los antisociales es eliminar su principal arma: la sorpresa. Primero podemos utilizar la disuasión, si esto no funciona, hacer difícil su actuar, y si todo lo anterior tampoco funciona, enfrentarlos, pero en nuestros términos y con la sorpresa ahora a nuestro favor. En el mercado existen diferentes soluciones y productos para cada público como bancos, cajeros automáticos, casas, departamentos, taxistas, camiones de valores, aeropuertos, estaciones del metro, entre otros.

Por ejemplo, a nivel de hogares existe un sistema de regadío por surtidores automáticos que se activan con agua color verde (lavable) al ingresar alguien por un sector no habilitado, además de encender luces y conectar alarmas…

Imagen: AP

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