INDUSTRIA AERONÁUTICA

Descubrir todas las maravillas de México comienza en el aeropuerto de Barajas

En el destino esperan los impresionantes restos de las culturas maya y azteca entre otras, las preciosas ciudades coloniales llenas de encanto y ambiente, las playas interminables de arena fina y aguas trasparentes en el Caribe y el Pacífico, una naturaleza deslumbrante, una gastronomía única e infinita… y unas gentes maravillosas.

Pero en origen, casi antes de emprender el viaje, también hay maravillas que descubrir. Una de ellas lleva el nombre de una de las deidades prehispánicas: Quetzalcóatl, y es el nuevo Boeing 787-9 Dreamliner de Aeroméxico que acaba de comenzar las operaciones entre Madrid y ciudad de México, sustituyendo al Boeing 777. Lo primero que llama la atención del nuevo avión, además de su nombre, es el singular diseño que pretende promover por todo el mundo la cultura mexicana, y que fue elegido de entre más de 400 finalistas aunque unos mil participantes se registraron durante las cuatro semanas que duró la convocatoria. El ganador fue José Manuel Escudero, un diseñador gráfico de Xalapa, Veracruz.

El avión tiene una capacidad para 274 plazas distribuidas en dos clases: 36 asientos en Clase Premier y 238 en Turista, y alineados en una nueva configuración de cabina de 1-2-1 y 3-3-3, respectivamente, lo que permite al pasajero la comodidad de una autonomía de movimiento en el pasillo. La clase turista dispone de asientos ergonómicos, todos con pantallas touch screen de 11 pulgadas, dos pulgadas más grande que el modelo actual, un sistema seat chat e información del vuelo en tiempo real. La clase Premier tiene 36 asientos con inclinación 180 grados full flat bed configurados 1-2-1, lo que permite total comodidad del pasajero al tener autonomía de movimiento en el pasillo. Las pantallas touch screen son de 18 pulgadas, 2 pulgadas más grande que el Boeing 787-8 actual, en las que se ofrecerán dos canales de televisión en vivo, además de pelí­culas, series de televisión y álbumes musicales, lo que dará un total de más de
200 horas de entretenimiento. Cuenta con un Espacio Premier, en el que los pasajeros tendrán disponible las mejores marcas de bebidas y alimentos durante su viaje. Al igual que otros aviones de la flota, el equipo cuenta con conexión wifi, permitiendo a los pasajeros navegar en Internet a bordo. Otra novedad es el compartimento "secreto" en la parte delantera del avión para el descanso de la tripulación, con dos camas.

También se ofrece a los pasajeros la exquisita selección de platillos diseñados especialmente para Clase Premier por el chef Enrique Olvera y el Colectivo Mexicano de Cocina, conformado por los chefs más representativos de la escena gastronómica actual quienes, junto con Enrique Olvera, ofrecerán deliciosas y originales creaciones como parte del exclusivo servicio a bordo de Clase Premier.

El aparato es el primero de un pedido de 10 unidades con las que irá sustituyendo sus Boeing 777 y modernizando por completo su flota para el largo radio, operando destinos como Madrid, París, Londres, Tokio, Shanghái, Ámsterdam, Santiago, Buenos Aires, Sao Paulo y su nueva ruta en proyecto a Seúl. La compañía aérea aumentará hasta un 20% su capacidad de asientos en rutas internacionales durante el verano de 2017 con la incorporación a su flota de cinco nuevos aviones Boeing 787-9 Dreamliner.

Durante la presentación de Quetzalcóatl, se han destacado algunas de las características que aportan al 787-900 su tecnología de diseño y materiales de construcción como el ser más ligero y más amigable con el medio ambiente comparado con los otros aviones de su categoría en el mercado por su estructura de fibra de carbono. También es más eficiente con el consumo de combustible, un 23% menos de combustible, lo que supone un 20% menos de emisiones de CO2, además de producir un 57% menos ruido en los despegues y aterrizajes.

Otra característica importante es que dispone de iluminación LED y los colores pueden ser controlados por la tripulación para disminuir el jet lag en vuelos de larga duración. Esto aunado a una mayor humedad en la cabina y aire más limpio, se traduce en una mayor comodidad y mejor experiencia del pasajero. Las ventanas, de mayor tamaño que el tradicional, no tienen persiana: para que no entre la luz, se utiliza un sistema automatizado que las oscurecen.

Siempre sorprende México

Tras el agradable vuelo en el nuevo avión de Aeromexico y aterrizar en su capital, se abre un mundo de posibilidades en este país que siempre guarda alguna sorpresa el viajero. La única duda es por dónde empezar. Aquí destacamos 10 ideas a lo largo y ancho del país:

Recorrer los museos de Ciudad de México. Existen más de 150 museos en la ciudad de México, y una sola visita no alcanza para descubrirlos todos. Los más importantes son el de Antropología, en el bosque de Chapultepec; el del Templo Mayor, en el Zócalo; el Frida Kahlo, en Coyoacán, y el del Estanquillo, de parafernalia popular, en el Centro Histórico.

Descubrir la cascada Piedra Bolada en Barrancas del Cobre. Recorrer a pie parte de este enorme sistema de cañones y ver recompensado el esfuerzo con una impresionante vista a las cascadas más altas de México: Piedra Bolada, de 500 metros, y Basaseachi, de 270 metros.

Admirar los sitios arqueológicos de Oaxaca. En Oaxaca vivió una cultura tan grande como la azteca o la maya: los zapotecas construyeron ciudades enormes y con gran atención al espacio celeste. Monte Albán, en lo alto de una montaña, y Mitla, con sus hermosas grecas en los muros, te sorprenderán.

Bañarse en los cenotes de Riviera Maya. La piedra caliza de la península de Yucatán permitió que debajo del suelo de la Riviera Maya fluyeran ríos de agua dulce y fría. Cuando un río subterráneo sale a superficie, estamos en presencia de un cenote. Existen más de 2.000 en la península, la mayoría en la Riviera Maya. Bañarse en ellos es una experiencia única pero hay que tener precaución de no contaminarlos.

Pasear tranquilo por Mexcaltitán, Riviera Nayarit. La leyenda cuenta que de esta isla partieron los antiguos mexicanos para fundar el imperio azteca. La pequeña isla, cerca de la Riviera Nayarit y del vecino Puerto Vallarta, se hunde durante la temporada de lluvias, así que hay que recorrer sus calles en una pintoresca lancha.

Animarse a subir la pirámide de Chichén Itzá. Muy cerca de Mérida, la pirámide más famosa de la cultura maya te recibe con su historia y su belleza. Durante el equinoccio de la primavera, ocurre un fenómeno interesante en su escalinata: el dios Kukulkán, con forma de serpiente, baja de los cielos para visitarnos. La pirámide tiene 91 escalones por cada lado y uno más superior; en total 365.

Practicar lo que se hace en el callejón del beso en Guanajuato. Este callejón está separado en su punto más estrecho por apenas 70 cm: dos balcones en casas enfrentadas. Hay diferentes leyendas de amor prohibido que han pasado por aquí, y por supuesto, no hay que dejar de dar un beso antes de irse.

Bucear en alguna de las siete bahías de Huatulco. Con la impresionante Sierra Madre de fondo, las Bahías de Huatulco esperan con su arena dorada y oleaje tranquilo. Cada una de ellas posee bellas playas de aguas cristalinas ideales para la práctica del buceo o simplemente nadar y relajarse.

Ver las iglesias de Cholula en Puebla. A veinte minutos de Puebla, Cholula alberga 128 iglesias, varias de las cuales están construidas sobre antiguos templos prehispánicos. Hay que visitar al menos la más grande, recorrer sus oscuros túneles y subir hasta la iglesia que los españoles construyeron en la cima.

Impresionarse con los fuertes de Campeche. Debido a los ataques de piratas de la época colonial, la ciudad de Campeche debió protegerse con murallas y fuertes. Algunos de ellos sobreviven y son de gran belleza. Hay que visitar los de San José, San Miguel y San Francisco.

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