INDUSTRIA AERONÁUTICA

Las aerolíneas europeas prefieren el cambio horario

El sector apuesta por mantener el actual ‘statu quo’ con dos temporadas diferenciadas: verano e invierno. implantar un único horario podría dañar la conectividad aérea dentro y fuera de la UE.
Cruzada en favor de mantener el cambio horario en Europa. La industria aérea ha alzado la voz para alertar de que el fin del statu quo y la implantación de un único horario podrían dañar la conectividad dentro y fuera del Viejo Continente, con la consiguiente pérdida de vuelos, rutas y pasajeros.
La decisión de Bruselas de abrir el debate sobre la continuidad del cambio de hora puede provocar estragos en un sector que organiza sus operaciones con meses de antelación y en base a dos temporadas: invierno y verano. Es precisamente el cambio de hora el que marca el paso de una a otra el tercer sábado de octubre y el tercero de marzo.
Las alarmas saltaron el pasado septiembre, cuando la Comisión Europea reveló su intención de convertir el cambio de hora de marzo de 2019 en el último obligatorio y dejar que sea cada Estado miembro quien decida en qué horario se queda. La noticia encendió el debate y, en España, derivó en la creación de un comité de expertos para asesorar al Gobierno.
El sector aéreo también tomó nota y ha unido fuerzas para reclamar a Bruselas que mantenga el cambio horario. Su alegato en favor del actual sistema -el horario de verano empezó a aplicarse de manera formal en Europa en 1981, siete años después de que España lo adoptara- se basa en razones organizativas.
Hay 204 aeropuertos a nivel mundial en los que, por su elevado nivel de congestión, es necesario tener derechos de despegue o aterrizaje (slots), para operar los vuelos. De ellos, 104 están en el Viejo Continente y 13 en España -uno de los países europeos con más aeropuertos en nivel 3, el máximo, junto a Grecia-.
La industria funciona con un único sistema, que ordena esas franjas de vuelo, que luego se convierten al horario local de cada país. Y la planificación es exhaustiva: los vuelos que hoy se operarán en Barajas, por ejemplo, han sido planificados con entre 12 y 18 meses de antelación.
Un cambio en el horario supondría que «las aerolíneas dejarían de tener los derechos de vuelo que necesitan», advierten fuentes de la patronal del transporte aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) y de la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta), que se han aliado con otras organizaciones como el lobby Airlines for Europe para incidir en las consecuencias del nuevo escenario. En España, el sector ya ha trasladado su preocupación a la Administración a través del Ministerio de Fomento. También siguen de cerca el proceso aeropuertos o empresas de carga, cuyo negocio se vería afectado…

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