Heather Poole es una azafata que trabajó en una destacada aerolínea internacional durante más de quince años, tiempo más que suficiente para recopilar anécdotas y establecer un curioso ranking.
En su libro Cruising Attitude: Tales of Crashpads, Drama and Crazy Passengers at 35,000 feet (algo así como Actitud de a Bordo: cuentos de almohadillas de choque, drama y pasajeros locos a 10 mil metros de altura), Poole relata vivencias inimaginables y establece un ranking de 10 datos sobre la vida de estas trabajadoras del aire.
1. A las azafatas se les paga sólo por las horas de vuelo, y no se tiene en cuenta el tiempo en que el avión se encuentra en la pista, ni el que utilizan para recibir y ubicar a los pasajeros, entre otras cosas.
2. Por cada puesto de azafata que se libera, hay 100 que desean ocupar su lugar. Se reciben solicitudes de todo tipo pero con tener dominio de varios idiomas, tener experiencia en servicio al cliente y haber trabajado en otra aerolínea, alcanza. Eso sí, los 200 mil dólares de sueldo promedio alcanzan para paliar la soledad y la lejanía del hogar que supone este trabajo.
3. En la década del ´60, las azafatas no podían medir menos de 1, 60 mts, no pesar más de 58 kilos, no tener más de 32 años y no estar casa ni ser madre. Por presión de organismos de derechos de las mujeres, en las décadas siguientes se eliminaron las restricciones del matrimonio, el peso y la jubilación aunque la de la altura no, ya que las mujeres deben poder asistir a los pasajeros con el equipaje y poder manipular los equipos de los compartimientos superiores.
4. Viajar enferma, presupone el despido inmediato para una azafata.
5. La bebida más difícil de servir en pleno vuelo es la Coca-Cola light que, debido a la altitud, presenta una gran efervescencia. Poole cuenta que en el tiempo que demora en servir una de estas bebidas, podría entregar otros tres refrescos.
6. Transportar a una persona muerta es mucho más caro que un pasajero con vida. Por esta razón, existen casos de personas que han sido atrapadas transportando cadáveres dentro de bolsos…
7. Desobedecer las órdenes de los miembros de una tripulación durante un vuelo va contra la ley y presupone pasar el resto del vuelo custodiado por los efectivos de seguridad y, probablemente, terminar en la cárcel al aterrizar.
8. Las azafatas deben trabajar junto a la policía en la detección de casos de trata de personas en el caso en que reconozcan a una persona que es buscada por las autoridades o bien cuando supongan que la actitud de un pasajero que trasporta a menores es más sospechosa…
