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México «da alas» a industria aeronáutica

La industria aeronáutica ha registrado un gran crecimiento en México. La expectativa acerca de su desarrollo resulta esperanzadora, y no sólo para la economía local sino en el ámbito internacional. Para continuar con este posicionamiento, el sector deberá concentrarse en un plan estratégico que incluya aportes a la educación, la integración de las empresas en la cadena productiva y la certificación de productos.

México se ubica en el lugar 15 de la industria global de la aviación, muestra de ello son los siguientes indicadores a tasa compuesta de 2004 a 2010:

  • Número de plantas a una tasa de 24%
  • Empleo a una tasa de 16%
  • Incremento en exportaciones a una tasa de 20%
  • Alza en la captación de Inversión Extranjera Directa (IED)

Uno de los motores importantes de la industria aeronáutica es la aviación comercial, que estima seguir creciendo en los próximos 20 años a una tasa anual de 5%. Ese sector es liderado por la región Asia-Pacífico, específicamente por China, que registra una tasa de crecimiento de 7% anual, seguida por América Latina.

Los productos fabricados en México son de bajo volumen, con un grado importante de especialización, alto grado de ingeniería y tecnología, intensivos en mano de obra, y con protección intelectual.

El gran reto para la industria aeronáutica mexicana compete a las empresas, los gobiernos y la sociedad, y consiste en moverse al siguiente nivel, es decir, hacer productos con mayor valor agregado en la cadena productiva, en el área de ingeniería, y más complejos en su manufactura, entre otras características.

México ha hecho una buena labor pero se requiere mayor dinamismo en la industria para llegar a las metas trazadas en el Programa Estratégico de la Industria Aeroespacial:

* Posicionar al país en 2020, dentro de los primeros 10 lugares a nivel mundial en exportaciones.

* Exportar 12,000 millones de dólares al año.

* Lograr una integración nacional de 50% en manufactura.

* Contar con 110,000 empleos directos.

Para hacer realidad los objetivos del plan, es necesario dar impulso a las áreas de educación, integración en la cadena productiva y certificaciones.

– Educación. Partiendo de la premisa de que el mejor activo de un país es tener gente preparada, la Universidad Aeronáutica en Querétaro es una muestra de lo que puede lograrse respecto a la formación de ingenieros y técnicos en la industria aeronáutica, mediante la participación del Gobierno estatal y la iniciativa privada. Este caso de éxito puede replicarse en estados como Baja California, Sonora y Chihuahua.

-Mayor integración de la cadena productiva. Es importante identificar qué productos o procesos se pueden enlazar de manera más rápida en la cadena de producción existente, que contengan mayor valor agregado. En este caso también compete a las autoridades federales y estatales el incentivar a las compañías para sumarse a la cadena productiva, en especial a la pequeña y mediana empresa, que hoy tienen un papel importante a nivel nacional.

– Certificaciones. Con la finalidad de mejorar el proceso de envío de productos o partes a otros países, principalmente Estados Unidos y Europa, se debe buscar el incremento de las exportaciones, esto es posible a través de la creación y fortalecimiento de nuevos programas. La participación del gobierno federal, a través de sus secretarías, juega un papel vital en la consecución de esta meta.

La industria aeronáutica en México, seguirá siendo uno de los sectores más dinámicos en el plano económico nacional. Los factores que permitirán un posicionando de mayor relieve en el panorama internacional requieren de un mayor aporte para la educación, una mayor integración de las empresas en la cadena productiva y las certificaciones de los productos que agilicen el traslado de los mismos.

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