INDUSTRIA AERONÁUTICA

Iberia y los sindicatos se dan otro mes para negociar la paz laboral

Gallego está dispuesto a aplazar la compra de aviones pero advierte de que sin pacto se arriesga la continuidad en la mayoría de los aeropuertos, donde el negocio de handling es deficitario. El acuerdo se debería firmar en febrero, a más tardar, para renovar con Aena.

Iberia cambia de estrategia para alcanzar un pacto laboral duradero. La dirección de la aerolínea prolongará un mes el ultimátum que vencía este mismo viernes, según fuentes sindicales. Aunque el objetivo es fimar cuanto antes, ambas partes permanecerán sentadas alrededor de la mesa negociadora hasta finales de febrero si es preciso. Pero no habría más prórrogas: está en juego el negocio en la mayoría de aeropuertos.

El gesto llega en forma de renuncia. El presidente Luis Gallego retrasará la compra de aviones, ya que dispondría de alternativas, para restar presión en la recta final de las conversaciones. Iberia, oficialmente, prefiere no informar sobre cómo avanzan las negociaciones hasta que estén resueltas.

Aunque se aplica un recorte salarial medio del 13%, la aerolínea plantea desde hace meses mejoras de productividad. Se pide a los profesionales de la firma más flexibilidad, cambio en la rotación de turnos y en la organización de vacaciones. Es decir, que trabajen más con menor sueldo. El optimismo de los últimos días ha encallado con la realidad. Aún quedan los dos campos esenciales por atar: el futuro de Iberia Express y el negocio de handling.

La nueva fecha crítica la marca Aena: en marzo adjudicará contratos a los que Iberia quiere optar

Directivos y trabajadores coinciden en que, desde la semana pasada, se abordan ambos asuntos. Son los más espinosos. De modo que se han suprimido obstáculos. El cuartel general de IAG en Londres exige que el pacto laboral se firme antes de pedir más aviones a fábrica. El último día para confirmar 44 pedidos a Airbus y Boeing es este viernes. En teoría, si se supera la fecha, Iberia tendría que ponerse en cola otra vez. Pero Gallego dispone de alternativas.

De no firmar esta semana y en el peor de los escenarios, el sucesor de Antonio Vázquez podría alquilar a empresas especializadas o echar mano de las opciones de British Airways y Vueling. Aún así, se confía en que el mercado sabrá reaccionar. Los expertos en aviación recuerdan que los intereses del proveedor han dado lugar, no pocas veces, a bailes de fechas y alteraciones en el orden de entrega.

La nueva fecha crítica la marca Aena. Iberia asiste a otras compañías en las pistas y párquines de la mayoría de los aeropuertos españoles. Actualmente, esa actividad es deficitaria aunque estratégica para poder vender otros productos, como la asistencia a los pasajeros en el interior de la terminal. El objetivo es, sin embargo, volver a ganar dinero con esa pata de negocio.

El gestor aeroportuario está a punto de licitar la asistencia en rampa de todos los aeródromos españoles menos en los cuatro grandes "“Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga"”. Varias constructoras, como Ferrovial, han mostrado interés en competir para ganar los contratos. Si no se alcanza la paz laboral, la compañía de Barajas se planteará el repliegue. En marzo se renuevan las adjudicaciones e Iberia, con interés en mantener esa parcela, necesita saber con antelación los costes para presentarse a los concursos. Es la nueva línea roja.

En el tiempo adicional, se espera que los pilotos acuerden su encaje en Iberia Express

En caso de retirada o de perder, el ganador subrogaría los contratos, pero los trabajadores de Iberia no recibirían ninguna garantía sobre las actuales condiciones laborales. De algún modo, a los sindicatos les toca administrar también la premura que exigen sus afiliados. En el tiempo adicional, se espera que los pilotos acuerden su encaje en Iberia Express…

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