TURISMO

El enoturismo provincial atrae a unos 2 millones de turistas por año

Alrededor de dos millones de turistas visitan cada año alguna de las 125 bodegas de Mendoza, donde pueden saborear vinos, recorrer viñedos y pasear entre enormes barricas con el aire impregnado de aromas de esta bebida, en una fiesta para todos los sentidos, que le deja a la provincia casi 1.140 millones de pesos anuales.

El enoturismo no implica solo en ir a una bodega y beber una copa, sino además recorrer un departamento vinícola, como Maipú, Luján de Cuyo o el Valle de Uco, allí­ almorzar o cenar, probar sus quesos, frutas secas y algunos de sus tres a siete clases de vino, para encontrar las notas y características de cada uno.

También es sentarse bajo una parra frente a siete copas y maridar esos sabores y olores con los de las entradas, los vegetales, las carnes y los postres.

Se trata de algo más que una comida, es un ritual que puede repetirse tres veces en un día, aún sin comida, y entonces además de la embriaguez resulta en toda una aventura para vivir en pareja, con amigos o en familia.

Por ejemplo, la bodega de la familia Zuccardi tiene un restaurante llamado «La Casa del Visitante», rodeado de viñedos que se recorren en bicicleta donde se preserva un «cinturón ecológico» que permite conocer cómo era ese paisaje antes de la intervención del hombre.

En Maipú, el enólogo renovador de la bodega Cattena Zapata, Alejo Vigil, se sienta en la mesa de los visitanes del restaurante El Enemigo, donde apabullan a los comenzales con su filosofía y sus siete copas.

Los anfitriones rompen los mitos de los maridajes y recomiendan a los visitantes buscar nuevas uniones entre vinos y platos de acuerdo con la intuición de cada uno.

En el Valle de Uco, la bodega Diamandes combina su arquitectura ultramoderna con sus más que tradicionales vinos en mesas instaladas a la usanza masónica, con huecos en el medio, donde la voz trepa hasta hacerse sobrehumana, rodeada del frescor del lugar en que se reposa al vino.

Si bien se usa el roble para las barricas, ya no se trata de amaderar el vino sino que ahora se vuelve a los sabores frutales, como en la bodega Piatelli o Brescia, que además elaboran vinos espumante y la gauchesca grapa que legaron los inmigrantes italianos.

El análisis de la evolución de los turistas de Mendoza, según datos oficiales, indica que «en 2015 visitaron la provincia 3.123.631 turistas, en 2016 esta cantidad se incrementó a 3.297.309, un 5,5 por ciento más, y en 2017 fueron 3.528.121», lo que arroja «un crecimiento interanual del 7 por ciento»…

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