TURISMO

Panamá busca un «turismo de calidad»

Panamá, el país que fiaba su economía y su imagen internacional al célebre Canal interoceánico, lleva años explorando otras vías de desarrollo. Una de ellas es el turismo. La riqueza natural y cultural que posee y su posición estratégica como punto de encuentro entre Asia y Occidente, entre el norte y el sur de América, hacen de este pequeño país una plataforma comercial y turística con grandes posibilidades. Así lo creen las autoridades del país, que están llevando a cabo una intensa campaña de promoción en el exterior.

Este año, además, el país celebra el quinto centenario del descubrimiento del Mar del Sur por Núñez de Balboa, y también será la sede de la Cumbre Iberoamericana y del Congreso de la Lengua. Otro de los acontecimientos que marcarán la agenda es la inauguración prevista para finales de año del Museo de la Biodiversidad, proyectado por el arquitecto Frank Gehry y enclavado en una antigua base norteamericana.

Pero el gran momento llegará en 2014, cuando se inaugure la ampliación del Canal con la construcción de nuevas exclusas, una obra de ingeniería fastuosa en la que trababan empresas españolas y cuyo centenario se conmemora precisamente el próximo año. «La expansión del Canal supone el mayor movimiento de tierra de la historia, equivale a 57 pirámides egipcias», asegura Jaime Figueroa, de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa de Panamá, durante una desayuno de Prensa, en Madrid, dentro de una gira que le llevará por otros países de Europa y Estados Unidos para fortalecer la imagen del país como destino de vacaciones.

El ejecutivo panameño ha explicado que el presidente del país, Ricardo Martinelli, «tiene una visión empresarial» que «ha generado un cambio radical en la manera de gobernar» y que ha supuesto la construcción de grandes obras de infraestructuras, como carreteras, el primer metro de Centroamérica y la ampliación de varios aeropuertos. Este país representa el mayor centro de conexiones aéreas de la región, con vuelos directos a todas las capitales americanas. También ha recordado que existen asignaturas pendientes, como una mejor redistribución de la riqueza, «algo en lo que ya se está trabajando».

Figueroa ha explicado que Panamá posee sol y playa, pero asegura que el modelo a seguir no es Cancún o destinos parecidos. «Queremos un turismo de más altura y calidad». Panamá, añade, tiene aspectos que le hacen un destino especial, como 1.800 islas en el Caribe. «Es el país con mayor número de especies de aves del mundo», explica Figueroa, quien también destaca el turismo de pesca y el de cruceros, el turismo médico y de convenciones, los centros comerciales que compiten con los de Miami, la diversidad indígena -con siete etnias-, la herencia histórica española, la influencia francesa y el poso dejado por los estadounidense tras «los 97 años que estuvimos colonizados por ellos». Es el segundo país con mayor biodiversidad de América y un 35% de su territorio está protegido como reserva o parque natural.

También ha destacado como paradas obligatorias el Casco Viejo de la ciudad de Panamá y la zona moderna con su «skyline», poblado de rascacielos -que da cobijo al edificio más alto de Latinoamérica-, además de lugares del interior, como la provincia de Darién, «la más hermosa», y el aire cordial de un país convertido en «crisol de razas» que hace de Panamá un lugar cosmopolita.

La economía del país, impulsada por la segunda mayor zona de libre comercio del mundo, ha experimentado en los últimos años un crecimiento de dos dígitos. Figueroa pronostica que «en treinta años será un país del primer mundo». Además, ha recordado que cuando Panamá asumió la gestión del Canal el 31 de diciembre de 1999, muchos polí­ticos republicanos en Estados Unidos pensaban que los panameños serían incapaces de sacar adelante el país. «Los resultados demuestran que ha sido al contrario».

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