A eso se añade, para el caso específico de Costa Rica, un valor todavía más alto de los combustibles, respecto a la región. Este rubro puede representar otro 10% del valor final del pasaje.

Así lo detallaron Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas; David Hernández, director para Centroamérica, Ecuador y Venezuela, y James Wiltshire, economista, todos ellos miembros de IATA. Ellos estuvieron la semana pasada en Costa Rica, con motivo del Aviation Day Centroamérica.

La situación costarricense en este aspecto es complicada para las empresas de transporte aéreo pues no hay competencia en el suministro de los combustibles, agregó Cerdá, en referencia al monopolio de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).

Según Cerdá y Wiltshire, en la medida en que bajen esos altos costos comparativos con otros países se podrá reducir el precio de los boletos, casi en una relación de dólar contra dólar, es decir, si caen en $1 las tarifas se podrían bajar casi $1 en el precio del pasaje.

Con ese panorama, las aerolíneas, en la región en general, se enfrentan a un panorama de poca competitividad, lo cual genera que en Latinoamérica las compañías tengan la proyección de ganar, en este 2018, apenas $2,95 por pasajero, frente a los $15,67 por pasajero proyectados para Norteamérica, $7,58 para Europa y $7,76, en promedio, de la industria para el mundo, manifestó Cerdá…

 

PIE DE FOTO: David Hernández, director de Centroamérica, Ecuador y Venezuela; Peter Cerdá, vicepresidente regional de las Américas, y James Wiltshire, economista (de izquierda a derecha), de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), estuvieron la semana pasada en Costa Rica para hablar de las cifras del sector. Foto: Diana Méndez