AEROLÍNEAS

Las aerolíneas de bajo coste, un sector incipiente y en pleno desarrollo en el Cono Sur

Las aerolíneas de bajo coste, que en regiones del mundo como Norteamérica, Asia y Europa se han erigido en el mercado de transporte de pasajeros, aún son un negocio incipiente en el Cono Sur, aunque con proyecciones firmes de crecimiento en los próximos años. Chile es el país de la región que cuenta desde hace más tiempo con una aerolínea de bajo costo, la compañía Sky Airline, fundada en 2002 por el empresario Jürgen Paulmann.

Esta firma ofrece rutas domésticas a lo largo del país y vuelos a algunos destinos de la región como Lima, Montevideo y las ciudades argentinas de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario. A mediados del año pasado, en tanto, ingresó al negocio otra aerolínea de bajo coste: JetSmart, controlada por el fondo de inversión estadounidense Indigo Partners, y que ofrece, por el momento, vuelos dentro de Chile y una ruta internacional a la capital peruana. Pese a la irrupción de estas dos compañías, el mercado aéreo doméstico chileno está dominado por Latam, la principal compañía del sector en Latinoamérica, que tiene una participación cercana al 60 % y que implementó, en 2017, un nuevo modelo tarifario en varias de sus operaciones domésticas. Las tarifas incluyen elementos de las empresas de bajo coste y ofrece precios más baratos a los viajeros abran mano de llevar equipaje en la bodega y de elegir sus asientos.

En Argentina, desde que asumió a finales de 2015, el Gobierno de Mauricio Macri se mostró a favor de aumentar la competencia en el tráfico aéreo para reducir los costes, y en esa línea defendió la entrada de compañías «low cost» en el país, pese a las protestas de sindicatos del sector. Las únicas aerolíneas de bajo coste que se encuentran operativas son la local Fly Bondi, que realizó su primer vuelo este año y que en su corto recorrido ya ha protagonizado varios titulares por problemas; y la noruega Norwegian, mientras que las chilenas Sky y Jet Smart ya han iniciado el proceso para comenzar a operar rutas.

La mayoría de estos vuelos tienen como centro principal el aeropuerto de El Palomar, en las afueras de Buenos Aires, de origen militar y que fue habilitado este año para su uso civil, y específicamente para las «low cost», una operación que fue llevada a los tribunales por los vecinos. En Uruguay, en tanto, fue novedad la llegada de la chilena Sky Airline, que aterrizó en el país en septiembre de 2016 con vuelos diarios entre Santiago de Chile y Montevideo. No obstante, desde este verano austral tanto la compañía chilena como la aerolínea argentina Andes abrieron vuelos estivales que conectaban la localidad costera de Punta del Este, en el sureste de Uruguay, con Santiago de Chile o Buenos Aires, respectivamente…

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