El pasado fin de semana, una tormenta invernal puso en jaque al aeropuerto de Denver, y en particular a la aerolínea Frontier, que registró cientos de cancelaciones y confusiones con el equipaje.
Pero en medio del desorden y a pesar del caos, el aeropuerto registró un nuevo récord: 11,000 personas estuvieron al mismo tiempo conectadas a la red gratuita de WI-FI del aeropuerto; no solo eso, esas 11,000 personas, experimentaban velocidades de descarga de archivos de 100 megabytes por segundo.
Es un servicio que le costó al aeropuerto de la ciudad unos $2.5 millones de dólares, pero desde su implementación en 2015-2016, su popularidad no solo ha incrementado exponencialmente, sino que ha tenido un impacto positivo en la experiencia aeroportuaria, y en como usuarios perciben su estadía en el aeropuerto.
Tiempos de espera como los del fin de semana pasado no son un problema tan grave cuando se puede ver películas o chatear por internet desde la terminal, con la misma velocidad y calidad que tenemos en casa…