Los aparatos electrónicos y los objetos prohibidos a bordo centran la discusión entre la Comisión Europea y los Estados miembros
La aviación civil constituye el objetivo más sensible de los grupos terroristas. Para elevar el nivel de protección ante eventuales ataques, la Comisión Europea ha presentado a los países miembros una propuesta para introducir varios controles adicionales sobre el equipaje de mano que pueden llevar los viajeros en el avión. Las fuentes comunitarias consultadas rehúsan detallar las medidas, que deberán recibir el visto bueno de los Estados, pero ofrecen dos pistas: la posibilidad de aumentar el número de objetos prohibidos a bordo y un mayor control de los dispositivos electrónicos, que los expertos de la UE consideran una potencial amenaza para la seguridad aérea.
El miedo a que los móviles inteligentes o las tabletas puedan esconder un explosivo casero en el lugar de la batería ha llevado a Estados Unidos y Reino Unido a impedir que este tipo de aparatos accedan al avión si están descargados. Sin precisar si esta medida concreta figura en las propuestas de Bruselas, las mismas fuentes comunitarias admiten que se trata de una cuestión muy sensible, sometida a debate. Los expertos antiterroristas ya han discutido sobre ello y ahora son los de aviación civil quienes lo analizan.
Pero Bruselas sabe que no habrá pasos adicionales sin el visto bueno de los Estados miembros y algunos de ellos se han mostrado hasta ahora reacios a introducir nuevas medidas de seguridad. El brutal atentado de Francia y la llamada de atención que ha supuesto el fenómeno de los combatientes europeos en Siria e Irak "”ciudadanos con pasaporte comunitario que viajan a la zona de conflicto y en ocasiones vuelven radicalizado"” suponen un aliciente para lograr mayores avances ahora…