“Cualquier incremento en los costos de tránsito puede debilitar el rol del aeropuerto como hub regional en un momento en que el país debería reforzar su liderazgo en conectividad”, advierte Estuardo Ortiz, CEO y fundador de JetSmart Airlines, en relación a la nueva implementación de la TUUA, realizada en una columna de opinión en el Diario El Comercio.
En los últimos días se ha generado cierto debate sobre la Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto (TUUA) de transferencia en el Jorge Chávez. Lima Airport Partners (LAP), concesionaria del terminal, está facultada a cobrar el equivalente de US$12 a todos los viajeros internacionales que realicen conexión entre dos vuelos internacionales sin ingresar a Lima, en cumplimiento del contrato de concesión suscrito en 2013 y actualmente en revisión por Ositran.
De acuerdo con LAP, no se trata de un cobro adicional o doble, y se busca que esté incluido directamente en el boleto de avión para evitar trámites en el aeropuerto. Inicialmente, la tarifa debía entrar en vigencia el 26 de setiembre, pero su aplicación ha quedado suspendida mientras se definen los mecanismos de implementación en coordinación con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y las aerolíneas.
Aun con esta aclaración, es necesario mirar el fondo del asunto. El Perú depende del Jorge Chávez como punto de conexión. Un pasajero que viaja entre Arequipa y Piura, por ejemplo, tiene pocas alternativas sin escala en Lima. Lo mismo ocurre con rutas internacionales que enlazan ciudades de Sudamérica con Estados Unidos o Europa. Cualquier incremento en los costos de tránsito puede debilitar el rol del aeropuerto como hub regional en un momento en que el país debería reforzar su liderazgo en conectividad.
Este tema coincide con hallazgos recientes de un estudio de JetSmart sobre el perfil de los viajeros en la región. En el Perú, uno de cada cuatro pasajeros voló por primera vez en el último año, y en Sudamérica la cifra es uno de cada cinco. La mayoría de esos debutantes son adultos de más de 35 años que recién acceden a la experiencia de volar. El avión ha dejado de ser un lujo y se ha convertido en una herramienta de conexión y desarrollo.
El mismo estudio revela que más de la mitad de los pasajeros ya vuela cuatro o más veces por año. La frecuencia de viajes no está reservada a unos pocos, sino que se ha expandido a un público más diverso. En el caso peruano, esta tendencia se ha consolidado gracias a precios accesibles y rutas directas, permitiendo que familias, estudiantes y trabajadores organicen sus desplazamientos con mayor regularidad…