Alaska Airlines proyecta que sus ganancias para el tercer trimestre se ubicarán en el extremo inferior de su pronóstico anterior, una consecuencia directa del aumento en los costos del combustible y una serie de desafíos operativos. La aerolínea enfrenta un panorama complejo marcado por la volatilidad en el mercado energético y disrupciones en el control del tráfico aéreo.
El principal factor detrás de este ajuste es el precio del combustible. La compañía ahora estima pagar hasta 2,55 dólares por galón, un incremento notable desde su proyección anterior de aproximadamente 2,45 dólares por galón. Este aumento se atribuye a interrupciones en las refinerías de la Costa Oeste de Estados Unidos, que han limitado la oferta y elevado los precios, según informó Reuters.
Además del combustible, Alaska Airlines señaló que problemas climáticos y del control de tráfico aéreo (ATC) han generado costos adicionales. Estos gastos incluyen compensaciones a pasajeros por vuelos afectados y el pago de horas extras a las tripulaciones para poder mantener la integridad de la red.
Las disrupciones operativas se han convertido en una presión constante para las aerolíneas estadounidenses durante este año. Las tormentas y la capacidad limitada del sistema de control de tráfico aéreo han provocado cancelaciones y demoras costosas en toda la industria, afectando la puntualidad y la rentabilidad…