La aerolínea brasileña Azul registró pérdidas por 1.379,6 millones de reales (unos 265,3 millones de dólares) en 2022, un valor en un 71,1 % inferior al de 2021, gracias a sus ingresos récords el año pasado por la recuperación del sector aéreo, informó este lunes la compañía.
Las pérdidas del año pasado de la mayor aerolínea de Brasil en número de destinos también fueron muy inferiores a las de 2020 (10.420 millones de reales o 2.003,8 millones de dólares), cuando alcanzaron un valor récord como consecuencia de la crisis generada por la pandemia de la covid-19, que dejó las aeronaves en suelo por varias semanas.
Pese a los ingresos récord en 2022, la aerolínea completó tres años seguidos de pérdidas. En 2019, antes de la pandemia, la empresa reportó un beneficio neto de 823,7 millones de reales (unos 158,4 millones de dólares).
En el comunicado que envió al mercado, la empresa destacó que sus ingresos brutos aumentaron un 59,9 % el año pasado, hasta el récord de 15.948 millones de reales (unos 3.066,9 millones de dólares) en 2022, y que su resultado operacional (Ebitda) saltó un 103 %, hasta 3.230 millones de reales (unos 621,1 millones de dólares).
Los ingresos crecieron un 39,4 % en relación con los de 2019, el último año en que Azul reportó ganancias.
«El Ebitda del cuarto trimestre de 2022 aumentó 6,9 % en comparación con el del mismo período de 2019 pese al aumento del 115,8 % del precio de los combustibles, de la depreciación del real frente al dólar del 27,7 % y de la inflación acumulada en Brasil en tres años del 20 %», destacó Azul en su comunicado.
Pese a esas mejorías, la empresa terminó el año con pérdidas debido al fuerte salto de sus gastos con combustibles, que crecieron un 101,4 %, hasta 6.561 millones de reales (unos 1.261,7 millones de dólares).
La aerolínea también destacó que su deuda bruta cayó desde 23.000 millones de reales (unos 4.423 millones de dólares) a finales de 2021 hasta 21.800 millones de reales (unos 4.192,3 millones de dólares) en diciembre pasado, y que esa reducción pudo haber sido mayor si la empresa no hubiese adquirido nuevas aeronaves.
La empresa calcula que su recuperación proseguirá en 2023, para cuando espera cerrar nuevamente con ganancias, gracias «al fuerte aumento de la demanda y a las importantes conquistas de nuestra red».
«Nuestra capacidad internacional también se recuperará totalmente en 2023, apoyada por nuestras nuevas rutas y destinos, incluyendo París y Curazao, recientemente anunciados, y al aumento de los vuelos a Estados Unidos desde diferentes ciudades brasileñas», afirmó el consejero delegado de Azul, John Rodgerson…