Norwegian se ha dado un plazo de cinco meses para intentar evitar la quiebra de la compañía después de haber presentado concurso de acreedores de dos de sus filiales, Norwegian Air Internacional y Arctic Aviation (AAA), en Irlanda. AAA es la subsidiaria de propiedad absoluta de Norwegian responsable de la flota de aviones.
El objetivo es reducir la deuda, adaptar el tamaño de la flota a las operaciones futuras y asegurar nuevo capital para la empresa. Norwegian ha optado por un proceso irlandés ya que los activos de aviones de la compañía se encuentran en Irlanda. Esta decisión se produce después de que el Gobierno noruego haya decidido no aportar más fondos a la aerolínea.
El proceso que ahora se ha implementado protege los activos del grupo noruego en un período en el que la compañía se está reorganizando y adaptando el tamaño de su flota a operaciones futuras.
Norwegian continúa volando y la gestión de la empresa sigue como antes. Uno de los grandes retos es cuidar a los empleados a través de la reorganización, señalan medios noruegos…