Con la noticia de que Avianca se ampara bajo el Capítulo 11, también se abre la duda sobre lo que puede pasar con el resto de aerolíneas que operan en el país. Viva Air, aerolínea bajo costo, también busca un crédito por parte del Gobierno, sin embargo, no necesitan entrar en ley de insolvencia o procesos similares. Así lo afirmó Félix Antelo, presidente de Viva Air, en Inside La República y agregó que la ayuda por parte del Estado debe ser para todo el sector y no solo para beneficiar a una empresa.
¿Cómo están las finanzas de la empresa?
Estamos en un momento complejo. Hace dos meses no volamos. Las ventas se frenaron de un día para otro el 15 de marzo. A esa fecha llegamos con unas buenas perspectivas. Veníamos creciendo 40% contra los primeros tres meses de 2019. El año pasado fue muy positivo y crecimos 40%. Habíamos abierto nuevas rutas domésticas e internacionales. Volvimos a Barranquilla, abrimos tres rutas a Cali y estábamos a días de lanzar cuatro rutas internacionales: una al Caribe, una a Ecuador y dos a Estados Unidos. La crisis nos agarró en pleno crecimiento, con un buen estado financiero. El primer trimestre fue rentable, pero desde el 20 de marzo se complicó todo. Es muy difícil para una línea aérea subsistir sin ingresos.
¿Cuánto tiempo pueden aguantar?
Depende mucho de cómo trabajemos y del apoyo de los distintos socios. Desde el momento en que vimos que esta situación venía, pusimos un plan en marcha y empezamos a hablar con los proveedores, los bancos, los dueños de los aviones, proveedores de combustible, operadores y empleados. Hicimos un plan detallado para preservar la caja. Alcanzamos acuerdos muy satisfactorios.
¿Cuántos empleados se encuentran en licencia?
Viva tiene 800 empleados directos, 70% se encuentra en licencia voluntaria hasta finales de junio. No hemos tenido despidos hasta ahora, porque la demanda volverá.
Han dicho que no necesitan rescate, pero sí préstamo. ¿De cuánto están hablando y con qué características?
No pedimos un rescate financiero o salvataje. Las características del préstamo que estamos hablando con el Gobierno es entre ocho y diez años de plazo, con un periodo de gracias de dos a tres años. Estamos explorando dos alternativas. La primera sería que el Gobierno garantice una parte del préstamo y la otra es que el Gobierno de directamente el préstamo a la compañía.
La primera opción es compleja porque la financiación a través de banca privada es difícil, más aún para el sector de aerolíneas, que es considerado riesgoso. Es una alternativa compleja, a menos que haya una garantía del Estado de 100%, que no es probable. La industria aérea en el país necesita US$1.200 millones para poder seguir operando. En el caso de Viva, necesitamos un monto menor de 5% de esa cifra.
El 5% de esos US$1.200 millones son US$60 millones, ¿eso es lo que necesita Viva Air?
Es una cifra que está por debajo de eso.
¿Qué tan avanzadas van las negociaciones con el Gobierno?
Van muy avanzadas. Empezamos a hablar con el Gobierno desde antes de la crisis. Es de los gobiernos que mejor han dado respuesta. Aplicó medidas como diferimiento de impuestos, no cobro de tasas aeroportuarias, reducción de IVA y combustible. Ayudas necesarias, pero debido a la magnitud del problema, se necesita más. En las últimas semanas hemos tenido conversaciones con el Ministerio de Hacienda. Hay un sentido de urgencia y esperamos que las ayudas se materialicen en las próximas tres o cuatro semanas.
Si el Gobierno no les da ayuda, ¿qué otras opciones tienen la aerolínea?
El ministro Carrasquilla ha dicho en varias entrevistas que el Gobierno va a ayudar al sector, porque es crítico para el desarrollo de la economía y la sociedad, sobre todo por las características geográficas. Creemos que va a haber ayuda del Estado. En el caso hipotético de que no sea así, que no creo, nosotros seguiremos trabajando con los socios y proveedores para buscar alternativas de salida…