Wizz Air presentó su hoja de ruta “Volando hacia el cero neto”, un plan estructurado en torno a tres ejes —vuelos, combustible y gestión del tráfico— que busca reducir las emisiones de la aerolínea y avanzar hacia la neutralidad de carbono.
El primer eje, vuelos, apunta a disminuir un 30% las emisiones por pasajero-kilómetro mediante la incorporación de aviones con tecnología de última generación y la renovación de la flota.
Wizz Air opera la flota más joven de Europa y aspira a recortar un 25% sus emisiones para 2030, gracias al uso del Airbus A321neo y a mejoras continuas en eficiencia operativa.
En materia de combustible, la compañía fijó como objetivo reducir un 53% las emisiones asociadas al combustible mediante el uso creciente de combustible de aviación sostenible (SAF).
Wizz Air destinó inversiones multimillonarias para impulsar la producción de SAF y asegurar acuerdos de suministro. No obstante, la limitada oferta y el costo elevado del SAF requieren que los gobiernos establezcan marcos a largo plazo e incentivos que igualen los precios con los combustibles convencionales.
El tercer eje aborda la huella del tráfico aéreo. La modernización del espacio aéreo europeo permitiría recortar un 4% adicional de emisiones al eliminar ineficiencias en rutas y procedimientos.
Wizz Air ya aplica sistemas basados en inteligencia artificial para optimizar sus operaciones, pero reclama la implicación de autoridades y proveedores de servicios de navegación para acelerar la reforma.
Este manifiesto coincide con el desvío del sector respecto a la meta de cero emisiones netas en 2050 y con el incremento de costos regulatorios que amenazan la competitividad de la aviación europea.
El cambio climático plantea riesgos financieros y operativos que obligan a la industria a adoptar medidas urgentes…