El avión es uno de los medios de transporte más utilizados y uno de los más seguros en los que se puede viajar, y en gran parte lo es gracias a las estrictas medidas de seguridad que se aplican sobre los objetos que pueden llevar los pasajeros en sus respectivas maletas de viaje. Cuando se va a coger un avión, es necesario superar diferentes controles de seguridad en los que se analiza el equipaje de mano.
En este sentido, una de las normas tiene que ver con la limitación relativa a llevar líquidos en la maleta. Hasta el momento se permite subir líquidos en la maleta de mano siempre que estos no superen la cantidad de 100 ml y que se encuentren en el interior de una bolsa transparente que pueda facilitar la supervisión en los controles. Esta norma está establecida para el equipaje de cabina, ya que en el caso de las maletas facturadas que son transportadas en bodega se puede llevar una cantidad superior de líquidos.
El control de líquidos en los aeropuertos cambiará en 2024
Los avances tecnológicos hacen que cada vez se mejore el control en el equipaje de los viajeros, y una nueva tecnología puede llevar a la desaparición de esta norma en los próximos años, lo que supondrá un notable cambio a la hora de coger un vuelo.
La implantación de escáneres 3D de alta tecnología en los aeropuertos podría suponer la desaparición del límite de líquidos en el equipaje de mano, ya que gracias a estas herramientas y avances se tiene una visión más clara del contenido de la bolsa, lo que ayudará a identificar posibles sustancias y elementos peligrosos en las maletas.
Esta nueva tecnología ha sido probada en varios aeropuertos de Estados Unidos, como en Chicago o Atlanta, y se espera que durante el año 2024 se vaya implementando en todo el mundo. De hecho, AENA ha confirmado su implantación en los aeropuertos españoles a finales de 2023 o principios de 2024.
Gracias a esta implementación, nos encontraremos con que se reducirán los tiempos de embarque a la hora de coger un avión, ya que estos nuevos escáneres permiten la detección automática de explosivos en equipaje de cabina. Los dos primeros aeropuertos en probar esta nueva tecnología serán Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
AENA hará una importante inversión en tecnología
AENA confirmó hace unos meses la implementación de nuevos escáneres con rayos X en 3D que permitirán la inspección los equipajes sin abrirlos. El gestor aeroportuario confirmó que llevará a cabo una gran inversión en tecnología EDSCB (Explosive Detection System for Cabin Baggage), a pesar de que en el caso de España no es obligatoria.
Este tipo de sistemas son equipos dotados de una tecnología de rayos X que genera una imagen en 3D, lo que facilita la inspección de los equipajes. Este es un gran avance, ya que los viajeros ya no tendrán que sacar los dispositivos electrónicos para colocarlos en bandejas separadas ni los líquidos en bolsas de plástico para pasar el control, agilizando de esta forma el embarque y ahorrando tiempo al viajero, sin que ello suponga una pérdida de la seguridad.
Para AENA la seguridad es una prioridad, y hará una firme apuesta por dotar a los aeropuertos con las nuevas tecnologías para hacer que los viajes sean más seguros al mismo tiempo que los viajeros puedan disfrutar de diferentes beneficios.
Estos nuevos controles suponen un gran avance tanto a la hora de mejorar la seguridad como al favorecer la comodidad del pasajero. En la actualidad, los líquidos, cremas, aerosoles, perfumes, geles, espumas, champú y pasta de dientes tienen que ir en envases individuales de una capacidad que no supere los 100 mililitros, dentro de una bolsa de plástico transparente de aproximadamente 20 x 20 centímetros con sistema apertura/cierre y con una capacidad no superior a 1 litro.
Asimismo, hay que tener en cuenta que solo se puede transportar una bolsa por pasajero, incluyendo niños, y esta bolsa debe ser colocada en bandejas del control de seguridad, fuera del propio equipaje. Con la llegada de la nueva tecnología y normativa, los viajeros pasarán a tener la posibilidad de portar botes de aseo como colonias, cremas o maquillajes de un tamaño medio o familiar…
