El sector del transporte aéreo está viviendo un momento dulce en España, con la previsión de que se mantengan las tasas de crecimiento en tráfico, aunque de forma más moderada. Según Aena, el trabajo conjunto con las administraciones es fundamental para lograr las sinergias que han contribuido al éxito de aeropuertos como el de Málaga-Costa del Sol o Sevilla. De las perspectivas de crecimiento de los aeropuertos españoles en general y de los andaluces en particular hablamos con Ignacio Biosca, Director de Datos y Mercado Aeronáutico de Aena, que participará en la próxima edición de FlyAndalucía Summit, que organizan la Junta de Andalucía y Hosteltur el próximo lunes 2 de diciembre.
Según los últimos datos, por los aeropuertos de Aena de España pasaron en octubre más de 28, 2 millones de pasajeros, y en los diez primeros meses se han incrementado un 9,4% más respecto a 2023. ¿Vamos hacia otro año histórico?
El tráfico de pasajeros en el transporte aéreo se está comportando durante este ejercicio mejor de lo esperado, gracias a la fuerte y constante demanda, lo que es una muy buena noticia para el turismo y la economía en general.
En cuanto a los aeropuertos andaluces, tanto el de Sevilla como el de Málaga han batido récord en octubre en número de pasajeros y el de Málaga-Costa del Sol se sitúa dentro del top 5 mes a mes, en cuanto a pasajeros y operaciones, ¿cuáles considera que son los factores del éxito?
El tráfico que gestionan los aeropuertos es un reflejo de la demanda que generan los destinos a los que sirven. La proyección de Málaga y Sevilla (y sus respectivas áreas de influencia) como destinos turísticos y de negocio ha sido realmente importante en los últimos años. Lo era antes de la pandemia y lo vuelve a ser ahora.
Aena ha contribuido a la consolidación y el crecimiento de la actividad en sus aeropuertos. En este sentido, destacaría tres líneas de actuación, dentro de nuestras competencias como gestores, que complementan la promoción del destino, que es labor de las autoridades locales:
Por un lado, el contacto constante con las compañías aéreas para hacerles llegar casos de negocio que facilitan su decisión a la hora de buscar rutas que resultan rentables. A lo largo del año tenemos del orden de 400 reuniones con compañías aéreas a las que remitimos más 1.000 casos de negocio. Por otro, la aprobación de ambiciosos incentivos para las compañías aéreas que hemos ido lanzando según las necesidades o la coyuntura de cada momento -pese a que los aeropuertos de Aena tienen ya las tarifas más competitivas de Europa-.
«El trabajo conjunto con las entidades locales encargadas de la promoción turística y de negocios de los destinos donde se asientan nuestros aeropuertos: es fundamental el aprovechamiento de sinergias y el diseño de estrategias comunes, ya que un aeropuerto por sí mismo no capta tráfico».
Tanto el Aeropuerto Málaga-Costa del Sol como el de Sevilla superan holgadamente los niveles de tráfico de 2019, y eso se debe a que las compañías aéreas ven ambos destinos muy atractivos para servirlos desde diversos mercados. En este sentido destacaría el buen momento de ambos aeropuertos a través de ejemplos como la ruta con Nueva York en Málaga o las nuevas a Estambul y Estocolmo desde Sevilla.
¿Y respecto al resto de aeropuertos andaluces?
Todos ellos han ido recortando distancias con los registros prepandemia y, a día de hoy, han recuperado algo más del 80% del tráfico que movían entonces. Como decía con anterioridad, la actividad de los aeropuertos viene determinada por lo que ocurre en su entorno. Precisamente por este motivo, hemos redoblado nuestros esfuerzos con las instituciones locales, mediante el establecimiento de grupos de trabajo técnicos que están funcionando francamente bien.
En lo que a Aena respecta, además de participar en estos grupos, analizamos el mercado y preparamos casos de negocio sobre rutas con potencial comercial para presentárselos a las aerolíneas. Y ponemos el foco de una manera especial en aeropuertos que no han recuperado el tráfico todavía con respecto a 2019. En este sentido, destacan los incentivos que acabamos de lanzar específicamente para los aeropuertos de menos de tres millones de pasajeros que aún no han recuperado las cifras previas al Covid, y que para las compañías supondrá un ahorro de cerca del 70% en las tarifas que pagan por operar en esas instalaciones. Así, las compañías que cumplan las condiciones de crecer en dichos aeropuertos tendrán un coste total de menos de 2€ por pasajero en las mismas.
«Los resultados de todo este trabajo empiezan a verse y ya hay compañías como Jet2, Volotea, Eurowings o Transavia que han anunciado nuevas rutas en Almería, Jerez o el Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén».
También me gustaría mencionar la buena noticia de las actuaciones que han tenido lugar en el Aeropuerto de Córdoba, que han permitido que las compañías aéreas muestren interés en operar en el mismo. Confío en que, además de Air Nostrum, veamos nuevas compañías operando en dicho aeropuerto pronto.
En cualquier caso, no hay que perder de vista que la decisión final a la hora de implantar una conexión es de las aerolíneas, en función del potencial de rentabilidad que ven en las rutas, su estrategia de negocio y de otros muchos factores, como la disponibilidad de una flota de aviones suficiente para cubrirlas.
Si tuviera que elegir un titular para la evolución y recuperación del tráfico de pasajeros en los últimos dos años, ¿cuál sería?
Diría que el sector del transporte aéreo está atravesando un momento dulce en nuestro país, con las tarifas más competitivas y sin disrupciones operativas. Esto beneficia directamente a la industria del Turismo.
En el caso de Aena en particular, no solo nos hemos recuperado antes que otros aeropuertos europeos tras la pandemia, sino que los aeropuertos situados en destinos turísticos están teniendo crecimientos espectaculares de dos dígitos. Esto dice mucho de lo atractivo de la oferta turística en España y de la calidad de las infraestructuras aeroportuarias que tenemos, que cuentan con la capacidad para albergar esta demanda tan elevada con unos niveles de eficiencia operativa que quedaron probados en la recuperación de la pandemia. Aena fue la excepción en Europa, pues fue capaz de recuperar el tráfico de sus pasajeros más rápido que el resto y lo hizo sin las disrupciones operativas que sufrieron otros aeropuertos.
Creo que tanto en transporte aéreo como en turismo nos encontramos en una situación privilegiada, gracias a un muy buen trabajo conjunto. Y eso redunda en el progreso de los territorios.
A nivel nacional, ¿qué perspectivas tiene Aena, de cara a los próximos seis meses? ¿Qué oportunidades se plantean?
En lo que al tráfico se refiere, nuestras previsiones apuntan a que la tendencia continuará siendo positiva, si bien con tasas de crecimiento más moderadas, teniendo en cuenta que los ritmos que hemos mantenido estos dos años atrás han sido extraordinarios.
Tanto los datos de la temporada de invierno actual, como los iniciales de la temporada de verano de 2025, nos permiten seguir siendo optimistas.
Dentro de este optimismo, creo que se pueden presentar oportunidades de nuevas rutas en el mercado norteamericano, y en Oriente Medio y Asia. En este sentido, me gustaría señalar la novedad que supone una aeronave como el Airbus 321 XLR para conectar algunos destinos de medio-largo radio con menores densidades de tráfico de manera rentable…