Las obras de remodelación del aeropuerto de Santiago, en la capital de Chile, le han permitido a este punto aeroportuario aumentar su capacidad de movilización de pasajeros hasta 38 millones por año y tener dos terminales especializadas: una para el tráfico internacional y otra para el nacional, que continúa siendo el de mayor peso al pasar balance de viajeros.
La apuesta es convertir el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago en el principal hub sudamericano, con la posibilidad utilizar alguna de las dos terminales en operación como refuerzo en temporadas de pico de movilidad.
Ya tuvieron su primera gran prueba con los Panamericanos de Santiago 2023, a quienes entregaron espacios desde hace un año para coordinar la logística de llegada y traslado de pasajeros, con mayor cuidado hacia a los atletas y delegados de países que podían llegar con utilidades tan sencillas como unos guantes de boxeo en una mochila o un caballo en un avión de carga.
Detrás de las operaciones del aeropuerto y de las obras de readecuación está Vinci Airports, la compañía francesa que maneja 65 aeropuertos en 23 países alrededor del mundo, incluidos 6 en República Dominicana, bajo la concesión de Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom).
Una vez terminada la construcción de la terminal 2, especializada en trafico internacional, las obras en el aeropuerto de Santiago se centraron en remozar la terminal 1 que da el servicio de vuelos nacionales, la vía más común de comunicación de los chilenos por su extenso territorio en vertical (4,200 kilómetros de largo).
Esos primeros trabajos ameritaron una inversión de 990 millones de dólares, colocados entre 2015 y 2022. La segunda fase de los trabajos, la de los vuelos nacionales, se construye por 58 millones de dólares y está prevista a finalizar en 2025.
En ningún momento, durante los trabajos, las operaciones aeroportuarias fueron paralizadas.
La concesión del aeropuerto chileno entró en 2015 y cerrará para 2035. El 52% de la inversión (520 millones) fue colocada por los inversionistas y el restante 48% (475 millones) por 10 bancos comerciales en financiamiento.
La compañía trabaja en dos proyectos de mejora: uno en el aeropuerto de Belgrado y otro en el aeropuerto internacional de Osaka en Kansai.
Desde la madrugada del lunes 30 de octubre, los aeropuertos Las Américas, de Santo Domingo, y el Merino Benítez, de Santiago de Chile, están conectados con un vuelo directo operado por la aerolínea Arajet.
Esa ruta tendrá tres vuelos a la semana, lo que debe servir para mejorar la conexión con una diáspora dominicana en crecimiento en los últimos años. Hasta hoy hay unos 35 mil dominicanos viviendo en Chile, según datos de la embajada dominicana.
La ampliación, en números
La terminal internacional consta de 248,000 metros; tiene 45 nuevas puertas de embarque; tiene capacidad para mover 22 millones de pasajeros por año e instaló 72 nuevos locales comerciales. Cuenta con 96 equipos para que los pasajeros hagan check-in y 64 modulos para dejar el equipaje.
La terminal nacional tiene 131,800 metros y se le han añadirán 8 nuevas puertas de embarque. Estará lista en el 2025. Puede mover a 16 millones de pasajeros por año.
Proyectos
En el caso dominicano, se espera que en las próximas semanas comience la construcción de un hotel en los predios del aeropuerto Las Américas que podrían tener, al completar todas sus fases, poco más de 300 habitaciones. Pertenecerá a la cadena internacional Holiday Inn.
También hay interés en construir una segunda terminal para el aeropuerto, de modo que sus operaciones puedan ser de mayor comodidad para los pasajeros. Sobre este punto se está en conversaciones con las autoridades nacionales.
La concesión de operación de los 6 aeropuertos dominicanos que tiene Aerodom vence en el año 2030. Las 6 terminales aeroportuarias que maneja el grupo en estos momentos son Las Américas y El Higuero, en Santo Domingo; Gregorio Luperon, en Puerto Plata; María Montez, en Barahona; El Catey y Arroyo Barril, en Samaná.
A nivel internacional
Vinci Airports pretende tener sus aeropuertos en cero emisiones netas en la Unión Europea a partir de 2030. Para el resto de los aeropuertos que manejan esperan lograr esa meta en 2050. También esperan enviar cero residuos a vertederos en 2030 y reducir el 50 % menos de agua consumida por pasajero en 2030.
En el caso del aeropuerto de Santiago, el plan es reducir al 40% sus emisiones de CO2 para 2030.
Luis José López, gerente de comunicaciones, explica que en el caso dominicano ya se inauguró una terminal de carga en el año 2020 y la instalación de más de 10,000 paneles solares para reducir las emisiones de CO2.
“Vinci Airports continúa liderando el camino en proyectos de infraestructura aérea, demostrando su capacidad para gestionar proyectos de gran envergadura y su compromiso con la sostenibilidad y la comunidad. Su enfoque en la expansión y la innovación está allanando el camino hacia un futuro más sostenible en la industria de la aviación”, dijo durante un encuentro con periodistas dominicanos que visitaron Chile para conocer la capacidad operativa del grupo francés…