El histórico aeropuerto de Orly, al sur de París, que empezó a funcionar durante la I Guerra Mundial, quedará cerrado temporalmente a los vuelos comerciales a partir de la medianoche del día 31 de este mes. La drástica medida es consecuencia de la crisis del Covid-19 y de la consiguiente caída brutal de tráfico, superior al 90%. Los pocos vuelos comerciales que queden serán desviados al aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, al norte de la capital francesa. La torre de control de Orly se mantendrá funcionando para garantizar la llegada de aviones oficiales o de carácter sanitario.
El cierre de Orly, para el que no hay una fecha prevista de reapertura, debe servir para ahorrar unos 250 millones de euros. La semana pasada, el grupo ADP, que gestiona los aeropuertos parisinos, ya envió al desempleo temporal al 80% de su plantilla.
En el frente sanitario, el Gobierno francés intenta desesperadamente traer al país mascarillas y otro material sanitario. El primer ministro, Édouard Philippe, dijo ayer ante el Senado que se organizará un auténtico puente aéreo con China para transportar el material lo más rápidamente posible. El Gobierno francés, según Philippe, enviará aviones de carga…