El juez federal Gustavo Villanueva sobreseyó al controlador aéreo denunciado en 2013 por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que lo acusaba de quedarse dormido durante el aterrizaje de un vuelo. En la sentencia se consideró válida la versión dada por el trabajador y delegado gremial, Diego Díaz, quien aseguró que tenía un cuadro de gastroenterocolitis que lo había debilitado.
El fallo fue dado a conocer por la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que patrocinó al denunciado durante el proceso. «En el turno en el cual se produjo el incidente con el compañero Díaz, debieron estar trabajando tres controladores, pero se hallaba sólo él. Ese día, con su salud afectada seriamente -probado por certificado médico-, debió no haber concurrido a sus tareas», indicaron desde el gremio. «Sin embargo, por su vocación de servicio y responsabilidad laboral, se hizo presente igual en su lugar de trabajo para posibilitar que el tráfico aéreo no se interrumpa en el aeropuerto de Neuquén», continuó.
El hecho ocurrió el 11 de julio de 2013, cuando arribó al aeropuerto Presidente Perón un vuelo de American Jet sin el auxilio del controlador aéreo. Desde la PSA habían denunciado que el hombre estaba durmiendo en la torre de control sobre una cama improvisada con ropas, mientras que el gremio había advertido que el controlador había ido a trabajar enfermo.
El fallo de Villanueva sostuvo que «resulta atendible el descargo de Díaz en relación a su estado de salud el día del hecho, fecha en que presentaba un cuadro de gastroenterocolitis que le habría provocado la necesidad de concurrir al baño en reiteradas oportunidades y que pudo haberle provocado debilitamiento de su cuerpo que lo llevó a dormirse -o desmayarse- según su descargo». Por ello, consideró que en el caso «no se configura el dolo directo exigido por la figura penal en análisis». «El imputado no tuvo como finalidad poner en peligro la seguridad de la aeronave o del Aeropuerto Internacional Neuquén», sintetizó…