La empresa aeronáutica Boeing está realizando numerosas pruebas para detectar si las señales Wi-Fi a bordo de un avión puede afectar los sistemas de navegación y comunicación de la máquina. Una excelente noticia para la gente que sufre al estar desconectado unas horas a cambio de llegar rápido a su destino.
Lo interesante es la forma en la que están realizando estas pruebas, pues según el periódico Los Angeles Times, Boeing estaría ocupando unas nueve toneladas de sacos de papas (o patatas) para ubicarlos en los asientos y así simular a los pasajeros, pues las papas absorben y reflejan las señales Wi-Fi de una forma bastante similar al cuerpo humano cuando éstas recorren el avión.
Lo mejor es que este extraño método para encontrar la mejor forma de ofrecer una cobertura óptima de Wi-Fi sin afectar los sistemas eléctricos de un avión ha logrado acortar…