Estacionar el avión en el aeropuerto, además de tiempo, significa dinero, por lo que cuanto antes se despegue, mejor, consiguiendo ser más puntuales y reducir los costes de las aerolíneas. Por ejemplo, la compañía British Airways, entre el desembarco de los viajeros, el catering, llenar de combustible la aeronave, cargar y descargar del equipaje, y el proceso de limpieza, invierte entre 50 minutos y una hora en aterrizar y despegar en los vuelos de corta distancia.
El equipo de limpieza empieza a trabajar justo después de que el último de los pasajeros baje del avión, recogen la suciedad de los bolsillos del respaldo, limpian los baños y vacían toda la basura antes de un nuevo embarque de pasajeros.
La prueba
Durante cuatro días, la compañía británico dejó de limpiar los aviones, entre los vuelos que realizaban la ruta desde el Aeropuerto de Londres-Heathrow (LHR) al Aeropuerto de Dublín (DUB), para comprobar si se podía ahorrar tiempo sin que se viese afectada la satisfacción de los pasajeros.
Del 29 de enero al 2 de febrero, el avión solo se limpió por completo en el aeropuerto de Heathrow antes de iniciar la salida, y se solicitó a la tripulación que recogiera el máximo de basura antes de aterrizar, pero que no realizaran tareas de limpieza una vez en tierra y que siguieran con su tiempo de descanso.
Además, sugirieron al equipo que, en caso de quejas de los pasajeros sobre el estado de la aeronave, ofrecieran sus disculpas y explicaran que la cabina no se había limpiado para mejorar la puntualidad. British Airways afirma que ningún cliente se quejó del aspecto de la cabina durante el trayecto, pero que no piensa aplicar esta fórmula en un futuro inmediato…