En un intento de alentar al turismo vinculado al buceo, el gobierno de la provincia turca de Aydin (al oeste del país) ha tomado la decisión de sumergir un Airbus A300 en desuso frente a la costa de Kussadasi, un complejo turístico y balneario muy popular en el mar Egeo, frente a la Isla de Samos.
La aeronave, de 54 metros de largo y 44 de ancho, se convertirá en un arrecife artificial a 25 metros de profundidad en torno al cual se concentre la flora y la fauna submarina para intentar atraer a buceadores de todo el mundo e impulse la industria del turismo en la zona, un sector muy debilitado en los últimos tiempos por el terrorismo y que está acusando en exceso la pérdida de visitantes rusos por la grave crisis diplomática entre Ankara y Moscú.
El Airbus, que había tenido una vida operativa de 36 años y se encontraba fuera de servicio en el aeropuerto de Estambul, fue comprado por la ciudad de Aydin a una compañía aérea privada por unos 81.700 euros.
El hundimiento del avión, que se dejó preparado a tal efecto (retirándose cualquier elemento contaminante, ventanillas, interiores y otras piezas), duró unas dos horas y media y fue seguido en directo por cientos de personas que se acercaron a la zona en pequeñas embarcaciones para presenciar tan llamativo evento y dejar constancia gráfica…
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