Es probablemente el sueño de cada persona que entra en un avión para un vuelo largo y debe enfrentarse al reducido espacio de la clase económica poder disfrutar de los cómodos servicios de la primera clase que algunos aviones todavía cuentan. Camas con plumones, separadores de espacio y mesas para trabajar con lámparas son unos de los tantos lujos que todavía ofrecen.
Pero con el posicionamiento de la clase business y los altos costos que las aerolíneas deben afrontar para mantener la primera -se dice que American Airlines ahorró US$ 40.000 en 1987 por recortar unas aceitunas especiales-, es que distintas compañías están tomando la decisión de limitar su espacio o, derechamente, eliminarla.
Delta, por ejemplo, descartó completamente la primera clase para sus vuelos internacionales, mientras que American Airlines anunció que solo lo tendrá en 20 de sus Boeing 777-300ER que viajen a grandes centros financieros, como Londres o Hong Kong.
Por otra parte, Lufthansa ya había anunciado en abril de 2016 que sus nuevos Airbus 350 no tendrían primera clase, sino que se limitaría a business , premium economy y aumentar economy…