Como si fuera un capÃtulo de Black Mirror, el gobierno de China comenzará a implementar un controvertido sistema para puntuar a sus ciudadanos en base a su comportamiento en las redes sociales.
Desde el 1 de mayo aquellos que tengan un "crédito social bajo", no podrán tomar trenes o aviones durante un año, cuando se volverá a analizar su situación.
Cada ciudadano tendrá un puntaje que medirá su "confiabilidad". La idea del presidente Xi Jinping es construir un sistema donde el Gobierno comparta información de los ciudadanos para delimitar el nivel de confianza de cada individuo y penalizarlos si no cumplen estos requisitos.
Quienes no cumplan, no podrán usar los medios de transporte. Esta medida es el inicio del programa completo, que terminará implementándose en 2020.
Serán penalizados aquellos que difundan información falsa sobre terrorismo, usen billetes caducados, no paguen multas o hayan fumado dentro del tren. Los empresarios también serán penalizados, y aquellos que no paguen la seguridad social o infrinjan otras leyes.
La información oficial se publicó en la web de Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma China, pero hay indicios que esta política se ha aplicado desde hace años.
"A principios de 2017, el Tribunal Popular Supremo del país dijo durante una conferencia de prensa que a 6,15 millones de ciudadanos chinos se les prohibió tomar vuelos por delitos sociale", señala la agencia Reuters, que ha investigado el tema.
Black Mirror, la serie producida por Netflix y que aborda la temática de cómo la tecnología afecta al hombre y a nuestra sociedad, aborda en uno de sus capÃtulos "Nosedive" esta idea de un mundo donde los ciudadanos pueden acceder a diferentes servicios públicos y estilo de vida basándose en el puntaje que obtienen en las redes sociales…