Manejando un helicóptero de juguete con el mando de una Nintendo Wii, reprogramado por él mismo. Así comenzó a gestarse la historia de Jordi Muñoz (27), un joven mexicano que se hizo millonario a través del desarrollo de naves no tripuladas, más conocidas como drones.
Fue en el foro DIY Drones donde el emprendedor comenzó a mostrar su talento por medio de videos que subía a internet en el que demostraba sus capacidades para desarrollar este tipo de aparatos, según recordó en una nota de Forbes. Precisamente en ese sitio conoció a Chris Anderson, entonces editor jefe de una de las revistas tecnológicas más importante del mundo, Wired, con quien abordó la posibilidad de hacer un proyecto juntos.
Para comenzar, Anderson financió la construcción de 40 drones que se vendieron el mismo día que salieron a la venta. Desde ese entonces, ambos expertos comenzaron a emprender en esta área en su propia empresa, llamada 3D Robotics, la que sólo en 2013 generó ingresos por US$ 10 millones, mientras que para 2014 se espera que haya doblado esa cifra.
Con la evolución de la empresa, Muñoz se ha convertido en toda una celebridad en el mundo de estas naves, cuya compañía ha logrado convertirse en la mayor firma de ventas en Estados Unidos de aviones no tripulados de bajo costo, llegando a tener más de 30 mil clientes, entre los que se encuentran Walt Disney, Boeing y la propia NASA…
