Un brasileño denunció haber dejado su aeronave en el aeropuerto Silvio Pettirossi tras los trámites correspondientes y que un funcionario de Migraciones le solicitó US$ 600. Se resistió a pagar y al volver encontró el parabrisas quebrado.
Lucien Viegas Neuton (37), ciudadano brasileño de Sao Paulo, llegó en un avión particular a nuestro país el pasado 20 de noviembre proveniente de Campinas. Realizó los trámites migratorios correspondientes y el funcionario que lo atendió, identificado como Ariel Chaparro, al devolverle su pasaporte le informó que debía pagar un despacho por valor de US$ 600, que incluía tasas por alrededor de US$ 140 (supuesta coima), según consta en la denuncia hecha ante el comisario Pablo Roberto Torossi, titular de la Jefatura de Seguridad Policial del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.
Agrega que el brasileño le informó que estaba apurado por llegar a una reunión de trabajo, por lo que se retiró de forma urgente. "Al acudir nuevamente hasta el aeropuerto, fue encarado por el mismo funcionario, quien nuevamente le requirió las tasas y lo amenazó con problemas si no abonaba", añade el documento.
Grande fue su sorpresa cuando al dirigirse a la aeronave pudo observar que el parabrisas delantero lado derecho presentaba fisuras en el vidrio externo, siendo que cuando la dejó estaba en perfectas condiciones, según el denunciante. Dijo además haber averiguado que este tipo de daños no pudo haberse ocasionado de forma accidental y menos estando la nave en tierra. Todo esto ocurrió entre el 20 de noviembre a las 17:45 y el 21 de noviembre a las 07:00…