El temor a lo desconocido es una reacción muy habitual en el ser humano, por lo que sentir miedo o, como menos, cierto respeto a viajar por primera vez en avión no tiene por qué avergonzar a nadie. La regla nº 1 para reducir el estrés del primerizo es informarse.
Desde la elección del destino hasta la llegada a buen (aero)puerto, te presentamos un decálogo que te permitirá viajar con tranquilidad, sabiendo qué hacer en cada momento. Recuerda: viajar es un placer, por lo que no hay nada mejor que saborearlo.
1- Elige un destino cercano
Aunque por supuesto que puedes viajar a donde quieras, en tu primera experiencia a bordo, te recomendamos que escojas una ciudad cercana que implique un vuelo de corta duración, de forma que el trayecto no se te haga pesado. En función de tu elección, es muy importante comprobar la documentación necesaria y, en caso de no disponer de ella, hacer los trámites para tenerla el día en cuestión.
Si vuelas a un destino nacional puedes hacerlo con el DNI, el pasaporte -aunque ambos estén caducados- o con el carné de conducir. En cambio, si te diriges a algún aeropuerto de la Unión Europea o del espacio Schengen, te recomendamos que lleves tus documentos -DNI o pasaporte- en vigor, si bien en países como Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, Mónaco, Portugal, Suecia o Suiza podrás hacerlo con el pasaporte también caducado hasta cinco años.
2- Escoge la aerolínea que te ofrezca mayores garantías (y confianza)
Todas las aerolíneas que operan en territorio español son seguras. La Unión Europea es muy estricta por lo que respecta a seguridad aérea e impide volar en el espacio aéreo de sus estados a compañías que no cumplen con determinados requisitos.
Más allá de la cuestión legal, al comprar el vuelo es importante que lo hagas en una aerolínea que te de confianza. Ten en cuenta también qué incluye el billete, si tiene restricciones o si deberás pagar algunos servicios de forma adicional (si el vuelo incluye maletas o debes contratarlas a parte, si te servirán comida a bordo, si puedes elegir asiento…).
Recuerda que, si lo deseas, puedes imprimir la tarjeta de embarque con antelación desde casa (si viajas en una low cost , deberás hacerlo si no quieres pagar un sobrecoste). En esta tarjeta constarán detalles del vuelo, entre ellos, el número de asiento.
3- Al hacer el equipaje, recuerda que no viajas en tu coche particular
Antes de hacer la maleta piensa bien qué debes llevarte. A diferencia de viajar en tu vehÃculo, el espacio aquà sí cuenta (y mucho). Todas las aerolíneas permiten volar con una maleta de cabina, pero es importante te que consultes las medidas exactas de cada una de ellas, y, sobre todo, que te asegures de qué objetos pueden llevarse en el equipaje de mano y cuáles no.
Si tu tarifa incluye la facturación de equipaje en bodega o bien has pagado adicionalmente para contar con este servicio, comprueba también los límites de peso y las condiciones especiales para determinados objetos.
Aunque parezca evidente, no salgas de casa sin asegúrate de que llevas encima toda la documentación necesaria: billetes o tarjeta de embarque; pasaporte, DNI o carné de conducir, según el caso; visados; dinero; todo el equipaje, y cualquier otro accesorio que te sea útil durante el vuelo (no está de más un jersey o cualquier otra prenda de abrigo).
Toma nota de la terminal de salida para dirigirte a ella directamente. Los aeródromos suelen ser instalaciones muy grandes y, aunque están muy bien señalizados, moverte por ellos lleva su tiempo…