La historia lleva varios años, pero no se conocía de manera masiva, sólo entre quienes son aficionados al particular mundo de los aviones. Se trata del caso de una azafata, a quien le diagnosticaron una enfermedad terminal, y decidió terminar sus días de trabajo en su nave favorita.
La mujer murió horas después de su último vuelo, y poco después comenzó el misterio, ya que son numerosos los encuentros con el espectro de la azafata. Incluso continúan ahora, con el avión abandonado y canibalizado para repuestos en el aeropuerto de Ezeiza.
Alcides Obdulio Pacheco, investigador de fenómenos paranormales, contó que "actualmente, el Boeing se encuentra abandonado, porque le sacaron los motores y se los llevaron a España, al tiempo que muchas de sus partes fueron utilizadas como repuestos, pero lo extraño es que parece que nadie se anima a moverlo o desintegrarlo del todo, y sigue en una pista del aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza".
Un dato parece alcanzar para comenzar a comprender por qué el avión resiste, a pesar de que fue retirado de servicio en el año 2001, poco después de la muerte de la azafata.
"Ya dado de baja, un día los técnicos comenzaron a trabajar en los motores para retirarlos, y los estruendosos ruidos que se escuchaban hizo que ningún técnico se anime a trabajar solo en el avión. Siempre van de a dos, o má", contó el especialista.
La historia tiene como uno de los protagonistas al Boeing 747 matrÃcula LV-MLO, que en el ambiente de la aviación es conocido por todos como "MALO" por una deformación de sus tres últimas siglas. Los libros sostienen que fue el segundo Jumbo incorporado por Aerolíneas Argentinas en el año 1979.
"En su momento, era el orgullo de la flota. Llegó a Buenos Aires el 13 de enero de aquel año", indicó Pacheco.
Para 1983, después de una exitosa etapa en nuestra línea de bandera, pasó a formar parte de la flota de la firma Flying Tigres, con los colores de Metro Internacional, y luego con Federal Express…