El hombre, de 52 años, viajaba en un avión desde Malta hasta Manchester, donde desembarcó borracho y casi desnudo. Luego, quiso pelearse con el piloto a cargo y para ello creyó conveniente desnudarse por completo. Su esposa le pegó una cachetada para calmarlo pero el pasajero no hizo caso. La policía le disparó 50.000 voltios con una pistola eléctrica para controlarlo.
Los problemas habían comenzado en pleno vuelo, cuando el viajero, que ya iba borracho, empezó a insultar a los demás pasajeros. Después de bajar el avión por las escaleras hacia la pista, se despojó de su ropa y comenzó a agredir verbalmente al piloto.
El hombre volvió a ponerse la ropa antes de entrar a la terminal 1, momento en que llegó la policía, quienes trataron controlarlo, pero ante la negativa de cooperar, y después de que el…