Funcionarios de aduanas de Filipinas se quedaron estupefactos cuando al abrir cajas de galletas y avena perfectamente envueltas que procedían de Polonia se encontraron con un peludo artículo de contrabando: cientos de tarántulas vivas.
El personal de la Oficina de Aduanas incautó 757 tarántulas en un centro de envíos postales en el aeropuerto internacional de Manila el lunes y más tarde detuvo a un hombre filipino que intentó reclamar las venenosas arañas, que fueron declaradas como “objetos de colección”.
Las leyes filipinas prohíben el comercio, colección y posesión de este tipo de arácnidos, unas mascotas populares entre los amantes de las arañas, sin un permiso…