Cuando comenzó, en 1985, Emirates Airline tenía dos aviones que cubrían una breve ruta sobre el desierto de la península arábiga.Hoy es la aerolínea que causa irritación a las tres mayores de los Estados Unidos "”Delta, American Airlines y United"” porque opera ya en 11 ciudades de ese país y planea su expansión, con lo que se considera competencia desleal: fuertes subsidios directos e indirectos de los Emiratos Ãrabes Unidos (EAU), en forma de combustible, exenciones impositivas y hasta prohibición de sindicatos.
Su nuevo aeropuerto central, Dubai World Central, se construye a un costo de USD 32.000 millones y aspira a una capacidad de 220 millones de pasajeros por año, o cuatro veces los que pasan en ese plazo por el aeropuerto internacional de Nueva York John F. Kennedy.
«El crecimiento de la aerolínea es inseparable del crecimiento de Dubai», argumentó la nota de portada del semanario de Bloomberg News, dedicada al gigante chic de la aviación, con sus duchas en primera clase que tan simpáticamente promocionó Jennifer Aniston en la publicidad de Emirates y su bar para que los pasajeros se relajen en las unhappy hours de trasladarse enlatados de un punto del planeta a otro. «El presidente de la empresa es el sheik Ahmed bin Saeed Al Maktoum, el tío del monarca absoluto de Dubai. Él también controla la autoridad aeroportuaria, la normativa de aviación y el banco más grande de la ciudad».
La aerolínea es propiedad del gobierno del que toma su nombre y tiene su sede en la ciudad a cargo del emir Mohammed bin Rashid Al Maktoum, también vicepresidente y primer ministro de los EAU. «Se ha convertido en el transportista de larga distancia más grande del mundo», escribió Matthew Campbell, autor del artículo. «Emirates acaba de configurar un ave para 615 pasajeros, un record, y vuela la ruta sin escalas de mayor épica del mundo, un arco de 8.824 millas (14.118 kilómetros) de Dubai a Auckland»…